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Hoy es el día mundial de la lactancia materna, así que no podía dejar pasar este día sin escribir un post, hace algún tiempo ya lo hice, pero esta vez quisiera contar mi experiencia.

Que quería amamantar a mi bebé era algo que siempre tuve claro y gracias a mi matrona estaba convencida que sería posible, aunque no tenía porque ser fácil.
Efectivamente en nuestro caso no resultó fácil, en un principio parecía que si lo iba a ser pero ya en el hospital me di cuenta que era una experiencia por las que tendría que luchar si quería vivirla.

Mi hijo nació por la mañana y esa misma noche vino una enfermera que al ver al niño intranquilo quiso ver como mamaba, en principio lo hacía bien, luego quiso ver si tenía leche, pero de mi pecho a duras penas salía una gota de calostro, yo me desmoralicé y ella fue a comprobar lo que había perdido mi bebé, vino y me ofreció un biberón diciendo que había perdido bastante, que estaba en el límite.
En ese momento tuve miedo y acepté ese biberón, mi pequeño se lo tomo como un desesperado cayendo rendido al momento y yo me puse a llorar pensando que era la peor madre del mundo y que estaba haciendo sufrir a mi pequeño.

Después de ese biberón al día siguiente le dimos otro, yo sabía que si seguía por ese camino no iba a lograr alimentar a mi bebé de mi leche.
Necesitaba ayuda de alguien especializado y por mi compañera de habitación me enteré que existia una unidad de lactancia, aun no me explico como teniendo ese servicio nadie me había dicho nada.

Una pediatra vino y me enseñó a ponerlo bien, me explicó un poco como funcionaba todo y como me iban a dar el alta me citó al día siguiente para ver como íbamos.
Mi pequeño había perdido bastante peso así que me propuso complementar algunas tomas hasta que me subiera la leche, pero en vez de hacerlo con biberón debía utilizar una jeringuilla con un adaptador que introducía en la boca de Bichito mientras mamaba, así al notar la leche se animaba y succionaba a la vez que estimulaba mi pecho.

Estuvimos así pocos días y sólo en algunas tomas, la leche subió y recuperó su peso.
Todo empezaba a marchar mejor pero aún así lo tenía enganchado las 24 horas prácticamente, no quería saber nada de la cuna ni de nada que no fueran mis brazos.
Por entonces yo me sentía mucho más segura de mis capacidades y decidí que si mi bebé necesitaba estar conmigo lo estaría.

No tardaron en surgir los consejos no pedidos y siempre había alguien que me decía alguno de los falsos mitos que hay entorno a la lactancia, "no tienes buena leche", "se queda con hambre", "necesita un biberón"...
Pero mi pequeño, a pesar de regurgitar en grandes cantidades, crecía y engordaba sólo con mi leche así que alimentado estaba.

Reconozco que tuve momentos malos en los que estuve a punto de tirar la toalla, era un niño muy demandante y yo aun tenía muchos perjuicios pero por suerte me dejé llevar por el corazón y escuchar a mi bebé.

Con el tiempo he llegado a la conclusión que el problema que tenía mi pequeño era el frenillo, que no sé de que grado será, pero tenerlo lo tiene :-)

A día de hoy y tras 28 meses seguimos con la lactancia, no está mal para no tener leche, no? ;-)

Aprovechando el día de hoy me gustaría animar a todas las futuras mamás a intentarlo, pero de verdad, con ilusión y ganas, al fin y al cabo no hay mejor leche para un bebé que la de su propia madre.










9 comentarios:

  1. Hola!
    Estoy de 28 semanas, y la verdad que me interesa muchísimo el tema de la lactancia.
    Me alegra que a pesar de las dificultades se consiga finalmente la lactancia.
    No entiendo como algo que antes se hacía de forma natural (si no la humanidad no estaría donde está) ahora sea tan complicado! que todos te ponen trabas. y el tema de opiniones...más vale que conmigo se comporten porque no me callo.
    Enhorabuena por tu niño y por tí!
    Besos

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    1. Enhorabuena por tu embarazo, disfruta lo que te queda que pasa rápido!
      Sobre la lactancia, lo mejor es ir bien informada, porque muchas veces en vez de ayudar te ponen trabas. Si tienes oportunidad pásate por un grupo de lactancia, yo no lo hice y sé que me hubiese ayudado mucho.
      Gracias por pasarte!

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  2. Muchísimas felicidades por haber llegado hasta hoy alimentando a tu peque con tu leche.
    Feliz día de la lactancia!
    Besos!

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  3. Pues me alegra que no cedieras y que lo consiguieras, cuantas mamás hay que empiezan como tú y que por falta de información y de apoyos no llegan ni a empezar. Así que ¡felicidades! Y si, para no tener leche, ¡hay que ver hasta donde has llegado! ;D

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    1. Gracias!
      Es que mira que hay mitos en torno a la lactancia y lo díficil que es acabar con ellos! Porque aun demostrándoselo no hay manera.
      Tengo una amiga que le daba el pecho a su pequeña, nació pequeñita pero enseguida recuperó y tenía unas piernotas! Pues aun así le decían que igual solo con el pecho se quedaba con hambre y que igual le tendría que dar un biberón...
      Un besazo!

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  4. Ole tu por saber buscar ayuda, por no rendirte. Nadie dice que tenga ser fácil al principio, nosotros tuvimos muchos problemas. El niño perdía peso, me insistían en que necesitaba biberones, yo no quería, sufría, sufríamos los dos. Nadie me ayudó más allá de mi marido, que me apoyó en todo momento. En resumen: quince días intentando lactancia, un mes con fórmula y sacándome leche cada tres horas y congelándola, quince días con leche de fórmula más biberones de mi leche, lo dejé mamar y a las tres meses ya sólo un bibi para dormir que dejó como a los 5, a partir de ahí y hasta ahora 3 años y dos meses, toda la teta del mundo y hasta que el quiera. Ya te digo, fue duro pero merece la pena luchar por algo tan grande.
    Enhorabuena y un beso

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    1. Ole! por esa lactancia, lo tuyo si que te tiene mérito! Me alegro que al final lo lograras y podais disfrutar de esta maravillosa experiencia.
      Un beso y gracias por pasarte :-)

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  5. Me alegro de que al final todo saliera bien! Yo no tuve tanta suerte como tu y tuve que pasarme a la leche artificial, me deprimió al principio pero luego cuando ves que el pequeño crece sano y fuerte se pasan todos los males. Yo sólo quiero ver que crece y que es feliz.

    Un abrazo,
    Lidia

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Me encantará leer vuestros comentarios, gracias!