"Ni rabietas ni conflicos" R. Jové y el cachete a tiempo

Llevo un tiempo bastante ausente, desde que me quedé embarazada la inspiración parece haberse esfumado, aunque en realidad tampoco es que tenga muchas ganas de ponerme, me faltan horas al final del día y me encantaría estar durmiendo, en el otro embarazo recuerdo pasarme los 3 primeros meses dormitando, en cuanto podía me quedaba frita en el sofá, pero ahora es diferente porque aun trabajando menos horas, tengo a mi Bichito que reclama mi atención constantemente y eso sumado a que no es un niño muy dormilón...

En estos días he sacado un poquito de tiempo para leer y me he leído: "Ni rabietas ni conflictos" de Rosá Jové, sé que muchas de vosotras ya lo habéis leído y en parte por ello me animé y como era de esperar me ha encantado, ya me he leído 3 libros de esta autora y aunque este y el de la Crianza feliz tiene muchas similitudes siempre aprendo cosas nuevas. Me gusta mucho como escribe, lo fácil que parece todo en sus palabras y los ejemplos tan claros que describe.

Es un libro muy fácil y rápido de leer que creo que deberían leerlo tanto padres como educadores y dudo que deje indiferente a nadie, creo que cualquiera que lo lea puede cambiar un poco su forma de pensar y de actuar.

Como ya escribí en otro post, hay multitud de libros a cerca de la maternidad/paternidad y mucha gente los ven como manuales renegando de ellos por aquello de seguir cada uno su instinto y que los padres son los que saben lo que es mejor para su familia, cosa que no dudo, pero creo que muchas veces nos olvidamos que de lo que estamos hablando es de personas, de futuros adultos que se están formando, creciendo, definiendo... y que debemos procurarles la mejor base posible, para ello muchas veces debemos aprender nuevas formas de actuar y sobretodo comprender las etapas de desarrollo por las que pasan los niños, el porque de sus actuaciones y saber como afrontar las dificultades que nos encontramos a la hora de educar y criar a nuestros pequeños.

Uno de los temas que trata el libro es el de los cástigos físicos, algo muy común ( por desgracia ) en nuestra sociedad ( Como dato curioso en el libro dice que un 36% de los padres lo aplica, por desgracia creo que el porcentaje es bastante mayor o al menos en mi entorno ).

Hace poco tuve un pequeño debate con un grupo de amigos (varios docentes y casualmente ninguno con hijos), salió el famoso tema del cachete a tiempo y esta vez fui incapaz de no intervenir, es triste pero no suelo hacerlo por no ser tratada como una exagerada, pero hace algún tiempo que decidí que no iba a dejar pasar la oportunidad de decir lo que opinaba sobre ese tema, creo que así es la única forma de aportar mi granito de arena a destimitificar el uso del cachete como método educativo.
Tristemente el debate no tuvo mucho éxito ya que algunos del grupo no parecían estar muy cómodos hablando del tema y se encargaron de desviarlo y quitarle hierro al asunto (  Aunque no sé de que me sorprendo viendo que existen cuentos como el que comenta Mother Goose en su blog )


Siempre que sale el tema surgen los mismos argumentos:

- Sólo es un cachete no se trata de dar una paliza ( Y yo me pregunto, ¿Dónde está el limite? ¿Cuánta es la fuerza necesaria que hay que ejercer? Todo muy subjetivo, no?).

- No es lo mismo pegar a una mujer que a un niño ( Realmente no lo es, el niño es más indefenso que una mujer).

- A mi me pegaron de pequeño algún cachete y no estoy traumatizado ( el simple hecho de defenderlo para mi ya significa algo).

- No puedes comparar un niño con un adulto ( claro que no, los niños están en desarrollo y el adulto debe enseñarle que para eso es el que se supone que tiene los recursos y la capacidad de controlarse, pero ambos son personas y por tanto tienen exactamente los mismos derechos ).

Y un sinfín de tópicos exculpatorios.

Cuando los vas rebatiendo uno a uno la respuesta habitual es que eres una exagerada, pero me doy cuenta que sus argumentos se caen por su propio peso y que quizás una pequeña duda les quede, así que tengo la esperanza que si cada vez que oímos algo al respecto damos nuestra opinión poco a poco vaya cambiando todo.

Es curioso pero suelo ver algo muy común en quien ha recibido cachetes y los defiende diciendo que no les ha causado ningún trauma ni nada parecido y es la falta de empatía ( mirad si será escasa la empatía en esta sociedad que pasando el corrector de blogger no reconoce la palabra...) hacía los niños, así que quizás esa sea una de las principales consecuencias...

La verdad es que este tema cada vez me afecta más, he sido educada con cachetes y más que cachetes y a día de hoy la mayoría de recuerdos que tengo de mi padre de cuando era pequeña son de él pegándonos o amenazándonos con hacerlo, con el tiempo he logrado hablar de ello ( con él no, ni creo que lo haga por algunas circunstancias que no vienen al caso) y he podido entender el rechazo que he mostrado durante muchos años hacia mi padre, así que cada vez que oigo que no traumatiza me permito dudarlo y mucho, porque yo también pensé que no era para tanto hasta que nació mi hijo y toda mi infancia vino de golpe a mi mente y si ya en alguna ocasión sospeché que aquello me estaba atormentando pude verificarlo y por fin saber de donde venía todo aquel malestar.






Todo empezó con un deseo...

No hace mucho escribía sobre el deseo de ser madre de nuevo y hoy escribo para contar que mi deseo está en camino, me acabo de enterar, pero necesito compartirlo.

Igual que la vez anterior, deseo que pasen pronto estos primeros meses, pero a la vez quiero disfrutar de cada instante, de cada pensamiento... De momento, las sensaciones son prácticamente las mismas que en el embarazo de Bichito pero todo fluye de otra manera, estoy más tranquila esperando cada instante que vamos a vivir.

De nuevo me asaltan las dudas sobre si proclamarlo a los siete vientos o esperar a pasar el primer trimestre y creo que de nuevo sólo se lo contaremos a los más allegados, de momento.

Desde que deseo volver a ser madre no he dejado de pensar en la lactancia en tándem, no sabría decir que me gustaría, pero reconozco que es un tema que llega a preocuparme, no sé bien como afrontarlo, aunque por el momento he decidido dejarme llevar y disfrutar de lo que venga, quizá Bichito se destete antes o quizás no, así que creo que lo mejor es esperar e ir recopilando información.

Algo que también llevo tiempo pensando es en el parto, esta vez quiero ir más informada, más segura y ser capaz de defender mi postura, es triste pero a veces en vez de acompañarte te ponen la zancadilla.

Mi mente empieza a soñar e imaginar como será nuestra nueva vida, ¿cómo reaccionará mi Bichito cuando se entere ( hemos decidido no decirle nada hasta la eco de las 12 semanas )?, ¿Cómo se sentirá cuando se conozcan?, ¿Cómo nos apañaremos?, ¿Cómo será?, ¿Qué será?, ¿Le podré querer tanto como a mi Bichito?...










Después de la retirada del pañal

No me he perdido, ni estoy de vacaciones, simplemente tanto oír hablar sobre el libro 50 sombras de Grey me he animado a leerlo y me he enganchado! Ya voy por el tercero, a ver si acabo pronto y vuelvo a mi rutina.
Hoy voy a hacer un pausa para actualizar un poco el blog, que hace tiempo que quiero escribir este post.

Siempre me gusta conocer las historias al completo y saber el final, me gustan los finales definidos, soy así de simple...
Así que hoy me gustaría contar como sigue la historia de la retirada del pañal de Bichito.

Como os conté en el post sobre nuestra experiencia con la retirada del pañal nos resultó fácil quitarlo y que usara el orinal, pero no todo ha sido tan simple como al principio.

Al cabo de unos días de quitárselo y después de unos cuantos días sin un sólo escape Bichito empezó a tener alguno, sobretodo en la guarde y cuando estaba entretenido jugando ( cosa de lo más normal ), bueno eso respecto al pis, con la caca el proceso ha sido muy diferente.

La caca al principio la hacía en el orinal y bien, pero empezó a usar el reductor para hacer pis y a la vez empezó a hacerse caca encima, él era consciente que tenía ganas, de hecho lo pedía pero al rato de estar sentado decía que no salía, pedía levantarse y seguidamente se lo hacía en el calzoncillo.
En casa alguna vez la hacía en el váter, pero en la guarde no.

Después de darle vueltas llegué a la conclusión que el motivo era que quería ver la caca!! y a veces en el váter no la veía, así que le propuse volver a usar el orinal ( ha estado un tiempo que no lo quería ) y bingo! Desde que hemos vuelto al orinal todas las cacas han acabado en su sitio :-)

A día de hoy, sólo usa pañal para dormir por las noches y pide el pis y la caca.

Otra tanda de premios

Como se suele decir no hay dos sin tres, aunque en este caso yo podría decir que no hay 2 sin 5 y es que en poco tiempo he recibido nada más y nada menos de 5 premios!!
¡Qué alegría ver que se acuerdan de ti!

Mi anterior post se lo dediqué a mi primer premio y en este recojo los otros 4.

El  primero viene de la mano de Yo misma, del blog Tres amores y un millón de aficiones, no hace mucho que descubrí su blog, por cierto fue buscando una receta de cocina! y me llevé una grata sorpresa porque a parte de buenas recetas me encontré con que compartíamos la forma de crianza y ya enganché al blog, el premio es el:

Premio Liebster Award




Es un premio que se concede a blogs con menos de 200 seguidores pero que creemos que deben conocerse
Debo pasarlo a 5 blogs:

Aprendiendo a ser mamá
Buceando en mi 
Con ojos de madre
Una madre apurada
La Orquídea Dichosa





El segundo, tercer y cuarto premio ( es el mismo pero que me ha llegado por tres blogeras distintas)  me lo han dado Mila de Aprendiendo a ser mamá, Colo de Buceando en mi y Diario de algo especial.

Este también es para blogs de menos de 200 seguidores y hay que pasarlo a 10 blogs:

Crianza con apego
Cuando la manada duerme
Diario de una Batmami
El mundo de Kim
La jirafa
Padre en reducción de jornada
Teclas de celesta
Una mirada al otro lado
Creciendo juntos
Una madre apurada

Sé que much@s los tenéis ya pero bueno, así veis que yo también me acuerdo de vosotr@s :-)







Mis primeros premios! (I)


Llevo medio año más o menos por estos lares y hasta ahora no había recibido ningún premio, en poco tiempo he recibido 2! ¡ Qué ilusión!

El primero me ha hecho especial ilusión, ya no sólo por el hecho de ser el primero sino por quien me lo ha dado La Orquídea Dichosa y por su significado, ya que el premio se llama: Gracias por tu amistad!, las gracias te las tengo que dar yo a ti, por todo lo que me has ido enseñando y por apoyarme desde el principio, espero que poco a poco nos vayamos conociendo más que seguro que de esta sacamos una muy buena amistad!





El premio viene con 5 preguntitas que estoy deseando responder, así que allá voy!!!

1- ¿Por qué comenzaste a escribir el blog?
Siempre he necesitado expresar mis sentimientos, pero no siempre he podido/querido hacerlo abiertamente y escribir ha sido para mi una forma de dar salida a todo aquello que necesitaba expresar, a veces escribía solo para mi ( desde bien pequeña escribía un diario, más adelante escribía cartas sin destinatario ) y otras escribía cartas a amigos para poder expresar aquello que con palabras era incapaz.
Un día una buena amiga me propuso escribir un blog y aunque entonces no me animé, llegó el día en que me pareció buena idea y empecé esta aventura.

2- ¿Qué te ha aportado la maternidad?
Muchísimo! lo que más destacaría es la cura de humildad y un gran aumento de la empatía que creo que son dos cosas que deberíamos tener muy en cuenta en todas nuestras relaciones.


3- ¿Cual es el consejo sobre maternidad que te hubiera gustado recibir?
Me hubiera gustado que me avisaran de todo lo que me iba a remover el tener un hijo, de todo aquello que iba a cuestionarme, porque nunca imaginé que podría cambiar tanto mi forma de ver el mundo, mi mundo, mi pasado y mi presente.

4 - En un mundo ideal en el que pudieras dedicar a los hijos el tiempo que quisieras y no hubiera trabas económicas, ¿cuantos hijos tendrías y por que?
Creo que 4 ó 5, me encantan las familias numerosas!
Más no sé si tendría, me gustaría poder disfrutar mucho de cada uno de ellos y quizás si son más la cosa sería más complicada.


5 -¿Qué medida de conciliación o apoyo a la maternidad del Gobierno haría que te lanzaras a tener más hijos?
En realidad queremos tener otro aún con las medidas actuales, pero sería bueno que se implantaran horarios más racionales con los que poder compatibilizar mejor la vida familiar.
También sería bueno alguna forma de poder afrontar las enfermedades de los hijos y los períodos vacacionales.






 Un vez contestadas las preguntas tengo que proponer otras 5 y lanzarlas a 5 blogs junto con el premio. Estas son mis 5 preguntas:
  1. ¿ Qué es lo que más te gusta de la blogosfera?
  2. ¿ Has llegado a desvirtualizar a alguien? Si la respuesta es sí ¿qué te pareció la experiencia? y si es que no ¿lo harías?         c 0
  3. ¿ La idea que tenías de la maternidad se corresponde a cómo la estás viviendo?
  4. ¿ Qué dibujos te traen mejor recuerdo de tu niñez?
  5. ¿ Qué estás deseando compartir con tu hij@?
Y los blogs son estos:

Lamamacorchea de Silvia
Tres amores y un millón de aficiones de Yo misma
Mamá también sabe de Catalina
Mamá (contra) corriente
Futura mamá de Zulema

Quizá alguna ya lo tengáis.
Espero vuestras respuestas!!!

Como os había dicho también he recibido otro premio, esta vez de la mano de Yo misma del blog Tres amores y un millón de aficiones. Muchas gracias!!!
Voy a dejar este premio para otro post para no hacer muy largo este, así que en poco tiempo espero agradecer como es debido mi segundo premio!





#dialactancia





Hoy es el día mundial de la lactancia materna, así que no podía dejar pasar este día sin escribir un post, hace algún tiempo ya lo hice, pero esta vez quisiera contar mi experiencia.

Que quería amamantar a mi bebé era algo que siempre tuve claro y gracias a mi matrona estaba convencida que sería posible, aunque no tenía porque ser fácil.
Efectivamente en nuestro caso no resultó fácil, en un principio parecía que si lo iba a ser pero ya en el hospital me di cuenta que era una experiencia por las que tendría que luchar si quería vivirla.

Mi hijo nació por la mañana y esa misma noche vino una enfermera que al ver al niño intranquilo quiso ver como mamaba, en principio lo hacía bien, luego quiso ver si tenía leche, pero de mi pecho a duras penas salía una gota de calostro, yo me desmoralicé y ella fue a comprobar lo que había perdido mi bebé, vino y me ofreció un biberón diciendo que había perdido bastante, que estaba en el límite.
En ese momento tuve miedo y acepté ese biberón, mi pequeño se lo tomo como un desesperado cayendo rendido al momento y yo me puse a llorar pensando que era la peor madre del mundo y que estaba haciendo sufrir a mi pequeño.

Después de ese biberón al día siguiente le dimos otro, yo sabía que si seguía por ese camino no iba a lograr alimentar a mi bebé de mi leche.
Necesitaba ayuda de alguien especializado y por mi compañera de habitación me enteré que existia una unidad de lactancia, aun no me explico como teniendo ese servicio nadie me había dicho nada.

Una pediatra vino y me enseñó a ponerlo bien, me explicó un poco como funcionaba todo y como me iban a dar el alta me citó al día siguiente para ver como íbamos.
Mi pequeño había perdido bastante peso así que me propuso complementar algunas tomas hasta que me subiera la leche, pero en vez de hacerlo con biberón debía utilizar una jeringuilla con un adaptador que introducía en la boca de Bichito mientras mamaba, así al notar la leche se animaba y succionaba a la vez que estimulaba mi pecho.

Estuvimos así pocos días y sólo en algunas tomas, la leche subió y recuperó su peso.
Todo empezaba a marchar mejor pero aún así lo tenía enganchado las 24 horas prácticamente, no quería saber nada de la cuna ni de nada que no fueran mis brazos.
Por entonces yo me sentía mucho más segura de mis capacidades y decidí que si mi bebé necesitaba estar conmigo lo estaría.

No tardaron en surgir los consejos no pedidos y siempre había alguien que me decía alguno de los falsos mitos que hay entorno a la lactancia, "no tienes buena leche", "se queda con hambre", "necesita un biberón"...
Pero mi pequeño, a pesar de regurgitar en grandes cantidades, crecía y engordaba sólo con mi leche así que alimentado estaba.

Reconozco que tuve momentos malos en los que estuve a punto de tirar la toalla, era un niño muy demandante y yo aun tenía muchos perjuicios pero por suerte me dejé llevar por el corazón y escuchar a mi bebé.

Con el tiempo he llegado a la conclusión que el problema que tenía mi pequeño era el frenillo, que no sé de que grado será, pero tenerlo lo tiene :-)

A día de hoy y tras 28 meses seguimos con la lactancia, no está mal para no tener leche, no? ;-)

Aprovechando el día de hoy me gustaría animar a todas las futuras mamás a intentarlo, pero de verdad, con ilusión y ganas, al fin y al cabo no hay mejor leche para un bebé que la de su propia madre.










Nuestra experiencia con la retirada del pañal

Ya sabéis que el verano es una época muy propicia para dejar el pañal y aprovechando las vacaciones, que Bichito ya mostraba interés por el orinal y que era consciente cuando hacía pis y caca hemos decidido probar a ir sin pañal.

Hace tiempo que cuando lo duchamos nos dice que quiere hacer pis y efectivamente lo hacía, nos decía cuando empezaba a salir y cuando acababa, así que después de un tiempo así decidimos comprar un orinal para probar, hasta entonces alguna vez lo habíamos puesto en el váter y parecía que le gustaba pero un día se nos ocurrió comprarle un reductor y desde entonces no quiere ni verlo, dice que pica...

¡El orinal todo un éxito! Sólo ponerlo en el baño se quiso sentar e hizo su primer pis, ¡le encantó! Lo tiró él por la taza del váter y dio al botón.

A partir de ese día, por las tardes, después de la siesta le preguntaba si quería hacer un pis en el orinal, a veces decía que si y otras que no, cuando era que si luego no quería que le volviera a poner el pañal, así que le ponía un calzoncillo y a esperar, de vez en cuando le preguntaba si tenía ganas de hacer pis y le recordaba que no llevaba pañal puesto y que si quería hacer pis lo dijera para ir al orinal.
Alguna vez al preguntarle decía que si tenía ganas íbamos al orinal y hacia pis, en esos días ( casi un mes ) una vez hizo pis en la alfombra y nos lo mostraba todo contento: "¡Un pis un pis!". Otro día hizo pis en el sofá y una vez en el suelo, a veces salía corriendo al orinal o decía ya sale! Nos daba tiempo a llegar al orinal y allí lo hacía.
Para salir a calle le ponía el pañal y tan contento.

Llegaron las vacaciones y decidimos probar, le preguntamos si quería estar todo el rato con calzoncillos a lo que asintió, así que fuera pañal.

El primer día de vez en cuando le recodábamos que no llevaba pañal y que si tenía ganas de hacer pis o caca lo pidiera, también le preguntábamos si quería hacerlo y en todo el día sólo se le escapó una vez.

El segundo día fue similar al primero, tuvo un escape, sólo que a mediodía después de la siesta al quitarle el pañal se enfadó ( tiene muy mal despertar) y al final pidió poner el pañal de nuevo, así que eso hicimos, en ese momento me sentí mal, porque quizás estaba precipitando las cosas y esperando más de lo que debía de mi bichito, pero al rato pidió hacer pis en el orinal y vaya si lo hizo! Hizo pis y caca.
Después le preguntamos si quería pañal o calzoncillo y eligió lo segundo, en ese momento decidí ser menos pesada y dejarlo más a su aire, darle tiempo y ver si me avisaba y así hicimos, a partir de ese día simplemente le preguntábamos si quería hacer pis cuando lo veíamos muy inquieto y tocándose mientras jugaba, entonces el nos decía si quería o no y otras veces lo pedía él.

Empezamos a no decirle nada para ver si lo pedía él y durante un par de días funcionó, pero a la semana de haber quitado el pañal durante la tarde se hizo pis 3 veces encima...así que volvimos a estar un poco más pendientes de él y a proponerle hacer pis cuando lo veíamos con ganas.

De momento ya llevamos 10 días sin pañal ( los dos primeros poniendo pañal para la siesta y el resto sólo para las noches) y parece que va viento en popa!

Así que puedo decir que sí que estaba preparado y que realmente cuando lo están es todo mucho más fácil y sobretodo no es necesario estar todo el rato con la fregona en mano :-)

Mi opinión sobre el método Estivill

El 29 de junio fue el día mundial del sueño feliz, se propuso una campaña vía Twitter con el hashtag #desmontandoaEstivill, iba a escribir un post, de hecho parte de este formaba parte de ese post, pero al final no pude y hoy después de todo lo leído si me gustaría dar mi opinión.

Conocía el método sin haber leído el libro, pero antes de hablar de ello he decidido leerlo para poder hablar con conocimiento de causa, así que recordé que en su momento me lo habían pasado en pdf y me he decidí a leerlo, tengo que decir que la idea que tenía sobre el método no distaba mucho de la realidad y que según iba avanzando en la lectura mi asombro era mayor, por la forma en que está expresado y por todo lo que dice. Después de leerlo me queda claro el porqué muchos padres deciden hacerlo, en el libro en todo momento compadecen a los padres, victimizándolos y tiranizando a los niños de modo que todo instinto de protección y de empatía hacía los hijos quede suprimido y con la conciencia de los padres bien tranquila.

En el caso de Estivill lo más grave, para mi, es que una persona sea capaz de convencer a unos padres a hacer algo que va totalmente en contra de sus instintos respaldándose por un título académico.
Que sea capaz de engañar a miles de personas diciendo que ha creado algo que está demostradísimo que anteriormente ya hubo otros que lo expresaron ( Ferber, que por cierto llegó a retractarse de su propio método, sólo con eso no harían falta más explicaciones, creo ), que alguien se invente historias para vender su libro ( ahora resulta que los niños en el útero materno duermen solos y somos los padres los que los malacostumbramos, no sé las demás pero yo no me he sentido tan acompañada en la vida como cuando he estado embarazada...) y atacando a los que no están de acuerdo con su método diciendo que tienen una psicopatología.

Y sí, el método funciona, claro que si, los padres pueden dormir de un tirón, pero los hijos? Dos madres que han aplicado el método a sus hijos me han comentado la misma escena, una noche se han levantado a algo y se han asomado a la habitación de sus pequeños y los han visto despiertos, sentados en una esquina de la cuna, calladitos, quietos y mirando fijamente a la puerta, aquellas madres no sé como lo interpretarían pero a mi no me parece normal que un niño de menos de año y medio actúe de esa forma.

Hay muchos estudios al respecto y todos coinciden en lo mismo, no se enseña a dormir, se enseña a no reclamar atención.

Siempre que sale este tema leo que hay que respetar a todo el mundo, que no hay una forma única y válida de crianza, que cada uno hace lo que quiere con sus hijos, que no hay mejores/peores madres por realizar o no determinadas prácticas, que si unas son radicales...bueno ya sabéis el debate de siempre.

En mi opinión cada uno puede hacer lo que le de la gana, pero me niego a respetar según que acciones, ya hice un post al respecto y sigo pensando igual, para mi todo es respetable siempre que no perjudique a nadie.

Puedo entender perfectamente y respeto a quien lo haya aplicado por desinformación y desesperación pero que algo funcione no quiere decir que sea bueno y si sólo nos afectase a nosotros pues adelante que cada uno haga lo que le de la gana pero en el momento que uno hace algo del que saca un beneficio a cambio de perjudicar a alguien para mi ya no es algo que pueda ver como respetable.

Antes de tener a mi hijo mi experiencia con bebés era nula, sólo podía basarme en lo que iba oyendo y entre todo lo que oía no podían faltar las bondades del método Estivill, lo bien que les había ido y lo listos que son los bebés que aun sin pasarles nada lloran para manipular a sus padres.

Por aquel entonces mi visión de la maternidad era completamente distinta a la que tengo ahora y reconozco que me llegué a creer todas esas patrañas.
Por suerte al nacer mi niño abrí los ojos y puede darme cuenta de lo equivocada que estaba. Mi bichito no es dormilón, no, nunca fue uno de esos bebés de comer y dormir, bueno en realidad si, sólo que no lo hacía con la frecuencia forma y duración que socialmente sería lo normal.

Él dormía a ratitos, siempre encima de alguien, preferiblemente mio ( sobretodo al principio) y sólo conciliaba el sueño con la teta, con el traqueteo del carrito o en la mochila mientras te movieras. Por la noche pasamos mínimo dos meses sin dormir más de 2 horas seguidas en el mejor de los casos, por entonces lo dormía al pecho y luego lo echaba en su cunita, la enfermera y la pediatra me decían que lo metiera conmigo en la cama, pero a mi entonces me daba miedo y él no estaba cómodo mamando acostado, así que sé lo que es dormir muy poco y mal durante un buen periodo de tiempo.
Según crecía la cosa mejoraba algo de noche, llegando casi siempre a las 2 horas seguidas y alguna vez 3, y por el día seguía igual, así que nos podíamos tirar horas con él encima para que descansara.

Como ya he comentado en algún post, tengo la oportunidad de conversar con mucha gente, así que como no podía ser de otra manera, al contar lo poco dormilón que es mi pequeño me han recomendado en muchas ocasiones que hiciera el método de Estivill, a lo que, aun a riesgo que la otra persona se sintiera mal, siempre he respondido que eso a mi hijo no se lo pensaba hacer.

A día de hoy aun se duerme al pecho y enseguida lo puedo dejar en su cuna, según lo poso suele abrir los ojos y los vuelve a cerrar tranquilamente para seguir durmiendo, alguna vez hasta se ha dormido en su cuna cantándole y veo que cada vez le va costando menos dormirse y duerme más horas seguidas.

No puedo imaginar lo que tendría que haber sufrido mi pequeño si hubiera aplicado el método de Estivill, pues ha tenido épocas de muchos despertares coincidiendo con la salida de los dientes ( era matemático, unas noches muy malas y en cuanto el diente rompía la encía todo volvía a la normalidad), cuando hace calor muchas veces me pide agua mientras mama para después seguir mamando ( por lo tanto no pide agua para llamar mi atención ), ha habido días que no ha cenado mucho y se ha despertado con hambre, ha estado malo de la garganta y pedía agua porque se le quedaba seca, ¿tendría que haber ignorado todo eso? ¿Qué hubiera sentido él?

Lo único que deseo es que no haya más niños que tengan que sufrir por culpa de Estivill y que no haya más padres engañados por él, siempre hay otros caminos y otras formas de hacer la cosas, no hace falta colechar, cada uno puede dormir en su cama/cuna, juntos, separados o revueltos, pero siempre de manera que todos lo hagan sin sufrimiento, no es cuestión de bandos, no hay que elegir entre dormir en la cuna desde determinada edad o colechar, cada uno que duerma donde y como le venga bien.











Cuando el deseo maternal vuelve a llamar a tu puerta

Cuando al ir por la calle empiezas a ver más embarazadas y bebés de corta edad de lo habitual suele ser síntoma del deseo de la maternidad (bueno también puede ser un baby boom pero con la que está cayendo me inclino más por la primera opción), es como cuando en la adolescencia te gustaba algún chico y de repente su nombre salía por todas partes, nombres de calles, en la tele, amigos con su mismo nombre...pues a mi con el deseo de la maternidad me pasa lo mismo.

Últimamente veo muchas embarazadas a mi alrededor y al enterarme de un nuevo embarazo, ya sea de alguien conocido o no, me entra una sensación de vacío, podríamos llamarlo envidia y probablemente no nos equivocaríamos, pero en realidad es algo más profundo, me recuerdan las ganas que tengo de volver a albergar una nueva vida en mi interior, de volver a sentir como mi barriga va dando cobijo a un nuevo ser, no es un sentimiento nuevo para mi pues ya lo sentí en su día antes de tener a mi pequeño, es el deseo de ser madre sólo que ahora por segunda vez.

Cada día que pasa mi mente se centra más en un único tema, mi deseo aumenta, mi mente no deja de imaginar como sería el momento de hacerme el test y de contarlo, no puedo dejar de soñar con volver a tener un bebé en mis brazos.

Pero esta vez es todo diferente, esta vez sé a lo que me enfrento, sé lo que es tener un hijo y todo lo que ello conlleva, no puedo negar que en los momentos difíciles me de un poco vértigo el pensar en tener otro bebé, pero lo que siento es algo irracional e incontrolable.
Muchas veces pienso si será el momento adecuado, estamos en una época difícil y aunque nuestra situación de momento no es mala, a veces el ambiente general de pesimismo me hace llegar a dudar, el país va mal ( fatal ) y no sabemos como acabará todo esto ni lo que nos puede llegar a afectar.

Para mi el embarazo fue una época maravillosa, tuve un buen embarazo y pude disfrutar de él, me sentía bien, siempre acompañada, me encantaba sentir vida en mi interior, ver como iba evolucionando desde los primeros síntomas, notar por primera vez a mi bebé, escuchar su latido en las revisiones, ver como iba creciendo mi barriga y como iba cambiando mi cuerpo, presenciar sus movimientos y poder compartirlos con mi pareja, fue una etapa de plenitud y muy feliz.

Deseo volver a sentir todo aquello y esta vez poder compartirlo también con mi pequeño, que él también pueda presenciar como se forma una nueva vida, que pueda acariciar y besar mi tripa, que note los movimientos de su futuro herman@.

Pero a la vez no logro evitar pensar en como lo vivirá mi bichito, como se sentirá, si aun es muy pronto para él, si seremos capaces de evitar que se sienta desplazado, si podremos seguir atendiéndole de la misma manera, pero también pienso en todo lo que va a poder compartir, aprender y disfrutar. Es un sentimiento contradictorio, un deseo que se mezcla con miedo e incertidumbre.
Imagino que al principio sea duro, será un gran cambio para todos, deberemos aprender de nuevo y adaptarnos a la nueva situación, pero en el fondo siento que merecerá la pena y que sólo entonces mi familia estará completa.

¿Es tan difícil entenderlo?

Vivimos en la sociedad del miedo, del temor, algo que se confunde con el respeto, pues cuantas veces hemos oído que antes se respetaba más a los mayores? no creo que sea así, creo que antes se temía más a los mayores, era miedo a las posibles represalias.
Pero es algo que está tan arraigado a esta sociedad que gran parte de ella no se lo cuestiona.

Sí, es verdad que en muchos casos se ha pasado del temor a la pasividad, de educar a base de castigos físicos y psíquicos a dejar hacer para que los niños no molesten y ahora cuando quieres explicar que no crees que haga falta pegar ni castigar a los niños el primer ejemplo que te ponen es el de la juventud de ahora.

Pero no se paran a pensar que el verdadero problema de muchos de nuestros niños y jóvenes es la ausencia de la presencia paterna/materna, del cariño, del tiempo de juego, de la falta de paciencia y de empatía.
Lo veo a diario, en mi trabajo, en el parque, niños con horarios maratonianos, niños pequeños que crecen sin el respaldo de sus padres que van al parque a charlar con los otros padres y sólo de vez en cuando echan un ojo a sus hijos a ver donde están, perdiéndose infinidad de oportunidades de enseñar, de entender y de disfrutar de sus hijos, que lo único que hacen es soltar algún grito de vez en cuando pero bajo ningún concepto levantan su culo del asiento, ¿qué podemos esperar de esos niños que han tenido que aprender a desenvolverse solos desde que empezaron a andar?

Así que volvemos a lo mismo, no se trata de dejar hacer a un niño todo lo que le de la gana sino de guiarlo pero respetándolo y creo que para ello es importante que el niño aprenda que igual que se le respeta a él hay que respetar a los demás, igual que se le tiene en cuenta, él también tiene que tener en cuenta a los demás y para enseñar eso es necesario el ejemplo y estar a su lado dándole herramientas para afrontar cada nueva situación.

Estoy cansada de oír quejas de padres sobre sus hijos que no son más que reflejos de ellos mismos, cansada de incoherencias que acaban en reproches a los niños, cansada de autoengaños para el bienestar de los progenitores y es que soy consciente que no somos perfectos y que en algunas ocasiones sabemos que podríamos hacer las cosas de otra manera pero que por algún motivo no lo hacemos de la manera ideal, pero al menos seamos sinceros y admitamos nuestros errores, seamos capaces de admitir el porque de nuestros hechos, está claro que todos queremos lo mejor para nuestros hijos, pero parémonos a pensar si es la forma correcta de conseguirlo, permitamos el auto cuestionamiento, porque sólo así seremos capaces de aprender y mejorar.

Se confunde el respetar a los niños con dejarles hacer lo que les de la gana, es algo que estoy cansada de intentar explicar y es que hay otras formas de educar que no están reñidas con el respeto.

Las famosas rabietas

De todos es sabido que hay una etapa en que los niños tienen rabietas, que es una etapa dura tanto para ellos como para nosotros.
Casi todo lo que leo sobre las rabietas está enfocado a los niños, a como se sienten, al por qué de este comportamiento, a cómo interpretarlo y actuar...Pero hay otra cara de la moneda y somos nosotros, los padres, porque las rabietas nos afectan y mucho.

Mi bichito con algo más de 2 años en más de una ocasión ya nos ha dado una buena muestra de lo que es un rabieta, nos ha enseñado su enfado, su disconformidad, su cansancio, su impotencia, su frustración y nosotros hemos intentado actuar en consecuencia, acompañando, comprendiendo, enseñando e intentando entender la situación.

El problema es que la situación es muy tensa y no siempre estás de buen humor, otras veces asoman esos fantasmas de tu educación y resuenan en tu cabeza algunas de las ideas de tus más allegados y en este punto es muy complicado pensar con claridad y actuar de la manera que quisieras.

En algunas situaciones nos equivocamos y nos damos cuenta que él manifiesta la rabieta pero que nosotros también la estamos teniendo pues llegamos a ser conscientes que, en esa ocasión, aquello que pide no es tan desmesurado y que es totalmente factible, que somos nosotros quien con nuestra actitud demostramos que no somos capaces de controlar nuestras emociones, que tenemos miedo a que se cumpla aquello que tantas veces nos han dicho: "si le das todo lo que quiere se te va a subir a las barbas" y nos encerramos más en nuestra rabieta, pero ¿ por qué no ceder si vemos que nos hemos equivocado? ¿por qué no dar marcha atrás? de esta forma también les enseñamos algo muy valioso a los niños y es que todos nos podemos equivocar y que en tal caso se puede ceder y rectificar.
Otras veces nos resulta complicado ponernos en su lugar para entender el porqué de esa reacción tan desmesurada y cuesta no caer en el tópico de no hacerle ningún caso para que no se salga con la suya y es que acompañar no significa dejar hacer, puedo entender su reacción, puedo abrazarle y no darle lo que provoca la rabieta.

Cada vez que mi hijo tiene una rabieta dentro de mi surgen un montón de conflictos, conflictos del presente y del pasado, vienen a mi recuerdos y sentimientos de mi infancia y me cuesta comprender que mi hijo en esos momentos no quiera que me acerque a él, no quiera que le ayude, me cuesta no poder abrazarle, porque todo ello provoca en él más rabia, tengo que esperar pacientemente a que cambie su llanto para poder acercarme a él y es que también debemos respetar su enfado.

A nosotros lo que mejor nos funciona es intentar evitar la rabieta, pero en muchas ocasiones resulta muy complicado el discernir que es lo verdaderamente pasable y que no, que le podemos permitir y que no, en teoría es simple, si no es peligroso, ¿por qué no dejarle hacer?
Pero en realidad hay muchos más factores que intervienen, hay cosas que ya sea por costumbre, por cultura o por manía no nos gustan e intentamos que nuestros hijos aprendan ese patrón, queremos que para ellos también sean importantes ciertas conductas y descarten otras, que aprendan que en nuestra casa hay unas normas que no tienen porque coincidir con las de otras casas.
Otras veces las prisas a las que estamos sometidos complican mucho la situación y nos dificultan evitar la rabieta porque ellos no tienen reloj ni entienden de tiempos, ellos viven en el momento, sin prisas.

Sé que con el tiempo nuestro pequeño cada vez será capaz de expresar mejor sus sentimientos, de entender nuestras razones, de esperar y de ceder, hasta entonces sólo nos queda armarnos de paciencia e intentar pasar esta etapa de la mejor manera posible, aprendiendo de él y con él.

Baby Boom? Así no.

Hay un programa de televisión: Baby Boom, que está causando gran controversia en la blogosfera maternal, no he visto el programa, últimamente no veo mucho la tele, me enteré por Twitter de su existencia y pensé en verlo para poder opinar con conocimiento de causa, pero después de todo lo que he ido leyendo se me han quitado las ganas, me imagino lo que voy a ver y prefiero seguir en mi ignorancia, aún así me gustaría escribir algo sobre ello.


El parto es algo en lo que no se suele querer pensar, para muchas es simplemente un trámite ineludible por el que hay que pasar de la manera más fugaz y menos consciente posible ( conozco mujeres que desearían que las durmieran enteras y les sacaran al bebé...) , poco a poco se ha pasado de tener un parto en casa a la necesidad absoluta de un hospital, de un equipo médico completo y de un montón de aparatos para dar a luz.

La mujer ha pasado de conocer su cuerpo, de escucharlo y de responder de forma natural, a la necesidad de una guia constante por parte de matronas, ginecólogos y artilugios varios.
No estoy en contra del parto hospitalario, ni soy ferviente defensora del parto en casa, como en la mayoría de las cuestiones de la vida creo que en el término medio está la virtud y que sería perfectamente viable parir en el hospital pero respetando el ritmo de la mujer, sus necesidades y sus deseos.
El problema es que, como en otros aspectos de la maternidad, lo instintivo se ha ido perdiendo y cada vez se ha intervenido más anulando a la mujer y mermando sus capacidades, se ha ido anteponiendo la comodidad del personal sanitario al de la parturienta y todo esto aderezado con una sociedad carente de empatía pues imagino que el resultado es lo que se ve en el programa en cuestión y es que realmente creo que la mayor parte del problema es la falta de empatía en el mundo sanitario.

Mi parto no fue ni de lejos como lo había soñado y eso que para muchas mujeres fue un buen parto, para ser primeriza no estuve un número excesivo de horas, dilaté bien, el niño nació sin problemas y sólo tuve un pequeño desgarro que no me dio problema alguno, pero aún así para mi dejó mucho que desear y todo por el trato recibido.

No puede ser que llegues al hospital a dar a luz a tu hijo, con la incertidumbre de si realmente estás de parto, con el miedo a lo desconocido y con idea de no ponerte la epidural y dar con una matrona amargada ( lo siento, pero creo que es la palabra que mejor la describe) que no hace más que amargarte a ti y en vez de intentar apoyar tus decisiones no hace más que ponerte pegas y asustarte para conseguir lo que a ella le resulta más cómodo, así que de regalo me rompieron la bolsa y monitorizaron al niño cosa que yo no quería, intenté no ponerme la epidural , pero al final me la puse y una vez puesta, la respuesta fue: " ya sabía yo que no ibas a aguantar" ( pues no, no aguanté, y qué? Estaba cansada, confundida y me habían puesto de mal humor, así no hay quien se relaje y se deje llevar y aunque no fuera así, la decisión era mía).

Por suerte hubo cambio de turno y pude ver que también hay matronas maravillosas, empáticas, cariñosas, que te ayudan y te hacen sentir bien, al menos mi hijo vino al mundo en manos de una persona así.

Ojalá todo cambie y el personal sanitario que atiende al parto se vaya concienciando y dejen de lado toda esa prepotencia, deshumanización y amargura que les rodea a muchos de ellos, para ello es necesario que todas nos hagamos oír, que no consintamos esas prácticas y dejemos de normalizar una situación que lejos está de la ideal.

Basta ya de violencia obstétrica.

El carnaval de blogs sobre Baby Boom ha sido organizado a través de twitter por un grupo de madres cansadas de ver como la violencia obstétrica se ha normalizado en nuestra sociedad hasta el punto de que sea considerada la práctica "normal" y deseable.

Quienes queráis uniros a la iniciativa y expresar vuestra opinión podéis hacerlo tanto a través de entradas en vuestros blogs como a través de twitter o facebook usando el HT propio del programa #Babyboom o el alternativo #babibun



Temporada de parques

Las tardes en el parque dan mucho de si, es todo un mundo nuevo que empecé a descubrir al tener a mi pequeño, cuando era bebé íbamos algunas veces porque le gustaba ver a los niños y de paso yo iba observando aquello que pronto tendría que afrontar.

El año pasado cuando empezó a andar íbamos más a menudo y este año aprovechando algún día de tregua de la lluvia también hemos ido, pero ahora es diferente, el bichito se interesa mucho más por los otros niños y ya empieza a interactuar con ellos y para mi todo es mucho más complicado.

Es inevitable relacionarse con las madres de los otros niños, tu hijo de repente sale corriendo junto a otro de edad similar a explorar su alrededor, encuentran algo por donde trepar, a ti te parece bien y miras a tu pequeño con gesto de aprobación e incitándole a intentar lograr su meta y de repente la madre del otro niño le dice al suyo que no suba ahí que se va a hacer daño, tu pequeño te mira y no entiende nada.

Y es que cada familia tiene unas normas y nuestros pequeños aún no son conscientes de ello, por lo que no entienden porque a su nuevo amigo no le dejan hacer ciertas cosas y otras si. Es algo que me parece muy complicado, no por los niños que seguro que enseguida entienden como funciona la cosa, sino por la relación con los otros padres.

Mi pequeño ya empieza a mostrar interés por otros niños, a llamarlos y querer interactuar con ellos, ya muestra preferencias por unos u otros y será él quien elija con quien quiere jugar, pero nosotros deberemos relacionarnos con los padres independientemente de lo que podamos pensar y es algo que hasta hace poco no me había planteado.

Para mi desgracia en el parque no abundan las familias con mis ideas, con mi forma de ver la crianza y me resulta complicado afrontar determinadas situaciones y eso que aún es pequeño y no habla mucho, pero en cuanto empiece a preguntar más veremos como salimos del atolladero...

Cada uno educa como quiere

En mi ausencia he estado descubriendo bastantes blogs que merecen mucho la pena, algunos me han hecho reflexionar sobre algo que ronda muchas veces por mi cabeza, los juicios de valor y el respeto a los demás.
Me he quedado embelesada con un post de Tenemos tetas que creo expresa a la perfección mi sentir, alguien capaz de escribirlo merece toda mi admiración, porque llegar a ese punto de empatía es mi meta.

Cuando escribí el post de las fases me refería precisamente a eso, que llega un momento en el que estás completamente segura de lo que haces, te has informado, has leído y te has puesto en la piel de los otros, por lo que eres capaz de ver más allá.Aún así muchas veces me cuesta entender a otras madres, no logro ponerme en su piel, sé que no hay verdades absolutas y que probablemente me equivoque en muchas de mis decisiones pero reconozco que muchas veces me cuesta respetar según que opciones y no juzgar según que actos.

Y es que hay actos que creo que no se deben respetar y ciertas acciones que son merecedoras de juicio.

No puedo respetar que se eduque a un hijo a base de violencia, puedo entender que alguien en un momento determinado no sea capaz de controlarse, pero no que lo justifique diciendo que lo hace por el bien del niño, no me sirve que me digan que a ellos también les criaron así, porque sé lo que es y sé lo que se siente cuando lo vives en primera persona, así que todavía entiendo menos que lo apliques con tus hijos. También sé que quien sigue ese camino lo hace porque no se cuestiona en ningún momento su pasado, porque actúa de manera automática , sé que es muy difícil darse cuenta de la realidad y que cuesta mucho perdonar, pero también sé que es posible.

A diario tengo la opción de mantener conversaciones con gente muy dispar y desde que soy madre uno de los temas que suelen salir es el de la crianza, la educación... Muchas veces, muchas más de las que me gustaría, tengo que oír como justifican el utilizar el castigo físico como método educativo, ante eso suelo decir que pegar no es necesario, que se puede educar sin violencia física, a lo que prácticamente siempre obtengo la misma respuesta, que es algo necesario, ante eso no suelo seguir pues si algo he aprendido es que no hay peor ciego que el que no quiere ver y que no tengo ganas de discutir y a la vez en mi cabeza resuena eso de que cada uno educa como quiere/puede, pero realmente creo que en estos casos al callar lo único que se consigue es normalizar algo que ya, por ley, está prohibido.

¿Cómo actuáis vosotr@s en estos casos?


Vida 2.0

Hace tiempo encontré un lugar en el que compartir la mejor experiencia de mi vida, la maternidad, allí conocí a otras entonces futuras mamás con las que día a día íbamos descubriendo cada avance de nuestro embarazo, hablando de nuestros miedos, nuestras ilusiones, nuestros ideales, creciendo juntas, apreciando los cambios de nuestro cuerpo, disfrutando de cada nueva sensación, apoyándonos las unas a las otras en los malos momentos, en los sustos... y creando un grupo de mamás ilusionadas y muy dispares.

Llegó el gran día y una tras otra fue recibiendo su mayor regalo, un ser pequeñito que iba a cambiar nuestras vidas, que nos iba a cambiar a nosotras.

Un grupo que creció unido pero que con el paso del tiempo se ha ido difuminando debido a varios factores entre ellos a las diferencias entre nosotras, algunas empezaron una competición sin sentido, otras simplemente dejaron de participar y de aquel gran grupo queda una pequeña muestra que aun sigue en contacto, aunque cada vez los diferentes caminos se van haciendo más visibles y es que la forma de crianza puede separar mucho pero también crear una gran unión.

Lo que nadie me dijo es que iba a tener la suerte de poder conocer personas maravillosas con las que cada día comparto unas palabras, que sé que, aunque en la distancia, están ahí y que puedo contar con ellas.

Pronto, muy pronto, nuestras vidas virtuales dejarán de serlo, para poder conocernos en persona, para poder compartir algo más que palabras, poder ver a nuestros pequeños jugar juntos, aquellos que hemos visto crecer a través de una pantalla.

Chicas os quiero un montón y estoy deseando daros un abrazo y un achuchón a los peques!

Manuales para padres

Vivimos en la era de la información, pero asombrosamente estamos muy desinformados, aunque en parte puedo llegar a entenderlo, porque muchas veces nos cuesta cambiar nuestro pensamiento y porque buscando información puedes encontrar para todos los gustos.

Esta tarde hemos ido a mirar unos libros que yo quería, entre ellos el de "¿Cómo hablar para que sus hijos escuchen y cómo escuchar para que sus hijos hablen?", buscando en la sección de padres no lo encontrábamos así que al final mi marido preguntó a la dependienta, le dijo el título y el primer comentario de otra dependienta que estaba al lado fue que nuestro hijo aún era muy pequeño para hablar con él ( 2 años), a lo que mi marido no hizo ni caso, vino una chica donde yo estaba mirando y se puso a buscarlo, mientras la otra dependienta le comenta a otro compañero que ahora los padres necesitan manuales para educar a sus hijos, yo no lo he oído pero me hubiese gustado oírlo y atreverme a decirle un par de cosas.

Me gustaría haberle dicho que antes de hablar sobre un libro que se lo leyera, así podría ver que aun siendo pequeño entiende mucho y que ojalá todos los padres empezasen a hablar con sus hijos antes de que estos dominasen por completo el lenguaje y por otra parte me encantaría haberle preguntado como resolvería muchas de las situaciones del día a día con un niño.

En lo que respecta a la crianza respetuosa creo que ha pasado un poco lo mismo que con la lactancia, ha dejado de ser algo natural y aprendido desde la infancia, habrá quien sí haya crecido en un entorno respetuoso pero en esta sociedad está mucho más arraigada otro tipo de crianza y por ello es necesario informarse y leer mucho sobre el tema, porque por mucho que te quieras dejar llevar por tu instinto este está mermado en muchos casos por una educación completamente contraria a él y para romper con eso no basta con dejarse llevar, porque no hemos aprendido a manejar muchas de las situaciones que se nos presentan en el día a día de una manera diferente a la que nos inculcaron, de ahí la cantidad de "manuales" para padres, padres que quieren cambiar la forma en que ellos fueron educados y tratados.

Por cierto, os recomiendo el libro, yo me leí la versión en pdf y ahora me gustaría tenerlo en papel que más de una vez le echo un vistazo, y eso que mi hijo casi no habla ;-)

Cuando no quieren dar de mamar

Hoy he tenido la oportunidad de hablar con una futura mamá que dice que no quiere dar el pecho, he conocido a más pero nunca había preguntado el porqué, creo que me quedaba tan sorprendida que no me salían las preguntas o igual era por el miedo a molestar.


Conocí un caso en el que a la madre le daba repelús sólo pensarlo porque según ella no soportaría que le chupasen los pezones...
En este caso creo que es un motivo más social unido a inseguridades personales, pero eso ya es aventurarse mucho, así que me quedaré en el aspecto de lo social.
Para esta chica el ver a un bebé mamando le produce rechazo, no lo ve como algo tierno y bonito, estoy convencida que hay muchas más mujeres como ella, que se han criado rodeadas de biberones y que una vez adultas lo ven como algo raro y ya sabemos que lo raro muchas veces crea rechazo. También hay mucha gente, aún, que sólo ve el pecho como un objeto de deseo y únicamente lo relaciona con el sexo, por lo que ver a un bebé prendido de él les puede llegar a parecer obsceno.

Que triste ver como la sociedad puede cambiar la visión de algo, como puede matar todos los instintos y hacer de algo necesario y humano, algo sucio y animal.

Siento pena por esos bebés que jamás tendrán la oportunidad de probar el pecho de su madre ni podrán sentir esa unión al nacer, y pena por esas madres que a mi juicio parten de una idea muy equivocada, entiendo que cada uno hace lo que cree conveniente, pero negarse de primeras sin tan sólo intentarlo, sin poder opinar con conocimiento de causa, eso no puedo entenderlo.

Esperemos que esto vaya cambiando y que amamantar vuelva a ser lo lógico, lo normal, lo habitual.



¿Y tú, con que ojos miras el mundo?

Que diferente se viven las cosas según los ojos con que mires el mundo, una misma acción, una misma persona puede ser tan distinta según se mire...

Los niños ven el mundo desde la inocencia, el asombro, la curiosidad, por ello no entienden muchas de nuestras acciones y es que según vamos creciendo adquirimos una nueva mirada.

Hay quien olvida por completo aquello que sentía cuando era pequeño, otros recuerdan con nostalgia aquella sensación de felicidad y algunos intentamos tener presente aquella mirada de nuestra infancia a la hora de tratar con niños para poder entender sus reacciones, sus pensamientos y no verlos desde una mirada adulta, porque si hacemos eso es cuando vemos bebés aprovechados y niños tiranos, atribuimos conductas adultas y aprendidas a bebés instintivos y entramos en una lucha entre la razón y el corazón.

Desde el razonamiento adulto un bebé que simplemente llora sin motivo palpable ni aparente, lo hace para llamar nuestra atención, nada más lejos de la realidad, pero no por capricho sino por necesidad, una necesidad que nuestro corazón capta y de primeras nos empuja a consolar, pero que nuestra razón, contaminada por esta sociedad, en muchas ocasiones menosprecia.

Muchas veces me pregunto como sería el mundo si volviéramos a la mirada de nuestra infancia, si nos quitáramos todos los perjuicios, recuperásemos toda la inocencia, eliminásemos el rencor y fuéramos capaces de vivir el presente tal y como hicimos en su día.

¿No sería un mundo mucho mejor?


Abuelos

Siempre había oído decir que los padres educan y los abuelos malcrían, que los padres deben ser estrictos y los abuelos son más "blandos".
Yo no lo vivo así, de hecho creo que a ojos de la sociedad yo soy más blanda que los abuelos y eso que iba a ser una madre autoritaria ( ya os conté que a priori iba a seguir los pasos de mis padres).

Es común oír decir a un hijo ya adulto y padre que en su infancia sus padres no le dejaban hacer ni la mitad de lo que los ahora abuelos dejan hacer a sus nietos, me parece triste, pues creo que muchos padres en su momento se perdieron muchas cosas y ahora como abuelos intentan llenar esos vacíos resguardados por la permisividad de sus años ya que ante la sociedad ya hicieron su trabajo y ahora tienen derecho a disfrutar.

Casi siempre cuando comento ante gente mayor, ya abuelos, que tengo un niño pequeño, lo primero que me suelen decir es que lo disfrute que el tiempo pasa rápido y mi respuesta siempre es la misma, que lo estoy disfrutando todo lo que puedo y es que no me quiero arrepentir por no haber estado el suficiente tiempo con mi pequeño, de no haber jugado mucho con él , de no haberle abrazado y besado todo lo posible, de no haber escuchado sus ocurrencias, sus relatos, sus ideas y sus inquietudes, no, no quiero echar la vista atrás y darme cuenta de todo lo que me he perdido.
Sé que aun así me perderé muchas cosas pues tengo que ir a trabajar y esas horitas las tengo que pasar separada de mi bichito.

Algo que también me apena es ver que la maternidad en muchas ocasiones en vez de acercar a padres e hijos los aleja, sobretodo cuando el tipo de crianza es muy distinta y los abuelos no quieren cambiar sus ideas y adaptarse a lo que sus hijos desean.

La relación de los niños con los abuelos puede ser muy enriquecedora para ambos, por suerte en mi caso mi hijo puede disfrutar bastante de sus abuelos , en el caso de mis padres cada día les voy dejando claro como quiero que traten a mi pequeño y de momento van cediendo y también dándose cuenta de que las cosas se pueden hacer de otra manera y que hay ciertas cosas que jamás les permitiré.
En el caso de mi suegro (por desgracia mi hijo no tiene abuela paterna) es todo un pelín más complicado pero aún así disfruta también de él. Cosa de la que me alegro mucho ya que yo poco puede disfrutar de mis abuelos y siempre quise que mis hijos lo pudieran hacer.

Sólo espero que podamos seguir manteniendo este equilibrio que temo que a medida que bichito crezca se irá tambaleando.

A las futuras mamás

Recuerdo durante el embarazo buceando por la red llegar a un post de un foro de maternidad que se titulaba algo así como: "¿Qué consejo le darías a las mamás primerizas? "

Se podían entrever dos tipos de pensamientos muy diferenciados entre las respuestas, las que describían la maternidad como algo maravilloso cuyo consejo principal era disfrutar a tope e intensamente cada momento y las que lo vivían de una manera mucho más racional y nombraban más bien la parte negativa.

Lo que yo pensaba en ese momento es que las del primer grupo tenían razón pero que igual idealizaban mucho la maternidad, ya que todo lo que decían era maravilloso, incluso los malos momentos los veían casi como un regalo del que poder aprender, en cambio el otro grupo me parecía más realista intentando prevenir a las ilusas futuras mamás.

Aquellas que hablaban tan idílicamente de la maternidad, de sus bebés, de lo felices que eran provocaban algo muy curioso en el otro grupo y era como un ataque, como si aquellas madres que sentían aquello se lo estuvieran inventando e intentando decir a las demás que no eran buenas madres, por entonces yo también pensé que lo flipaban un poco, la verdad, pero bueno como aun no había tenido a mi niño pues no entré a debatir.

Es curioso pero muchas veces cuando se debate sobre maternidad suelen aparecer las expresiones "mala madre" seguido de "madres perfectas", imagino que porque muchas madres hacen cosas en contra de sus sentimientos (convencidas que es lo mejor para sus hijos) y al oír que se pueden hacer de otra manera acorde con los sentimientos de cada uno se sienten mal y necesitan justificarse y una de las formas es atacando a aquel que le hace sentir así.
No voy a decir que no existen las malas madres, porque aunque pocas si las hay, tampoco voy a decir que existen las madres perfectas porque la perfección es irreal y subjetiva pero si que hay muy buenas madres que se esfuerzan por mejorar cada día y que cada madre siempre hará lo que crea que es mejor para su hijo, el ser más importante de su vida.

Mi hijo es un niño más bien inquieto, poco dormilón y de ideas muy claras, por lo que los inicios no han sido nada fáciles, meses durmiendo un máximo de 2 horas seguidas, llantos explosivos, necesidad de contacto las 24 horas, miles de opiniones a cerca de mi manera de tratarlo y de malos augurios, así que tengo una ligera idea de lo que son los malos momentos, pero como ya comenté en otro post podríamos decir que doy gracias por ello porque me ha hecho cambiar, dejarme llevar y poder disfrutar plenamente de mi maternidad.
Así q si a día de hoy me preguntan que consejo daría a las futuras mamás mi respuesta sería que la maternidad es algo maravilloso y que los buenos momentos superan con creces a los malos, que hay que dejarse llevar, disfrutar cada momento, tener paciencia y aprender de los momentos menos buenos y sobretodo les diría que hay 3 cosas que de las que no tengan miedo de abusar:
el cariño, el amor y el respeto.



¿Respeto selectivo?

Hoy ha llegado a mi esta carta a través de una red social:

" **Carta de una madre a su hija**…
Mi querida hija, el día que me veas vieja, te pido por favor que tengas paciencia, pero sobre todo trata de entenderme mi querida hija...
Si cuando hablo contigo, repito lo mismo mil veces, no me interrumpas para decirme “eso ya me lo contaste”, solamente escúchame por favor...
Y recuerda los tiempos en que tú eras niña y yo te leía la misma historia, noche tras noche hasta que te quedabas dormida...
Cuando no me quiera bañar, no me regañes y por favor no trates de avergonzarme, solamente recuerda las veces que yo tuve que perseguirte con miles de excusas para que te bañaras cuando eras niña...
Cuando veas mi ignorancia ante la nueva tecnología, dame el tiempo necesario para aprender, y por favor no hagas esos ojos ni esas caras de desesperada...
Recuerda mi querida, que yo te enseñé a hacer muchas cosas como comer apropiadamente... vestirte y peinarte por ti misma y como confrontar y lidiar con la vida...
El día que notes que me estoy volviendo vieja, por favor mi querida hija, ten paciencia conmigo y sobre todo trata de entenderme...
Si ocasionalmente pierdo la memoria o el hilo de la conversación, dame el tiempo necesario para recordar... y si no puedo, no te pongas nerviosa, impaciente o arrogante... Solamente ten presente en tu corazón que lo más importante para mí es estar contigo y que me escuches...
Y cuando mis cansadas y viejas piernas, no me dejen caminar como antes, dame tu mano, de la misma manera que yo te las ofrecí cuando diste tus primero pasos...
Cuando estos días vengan, no te debes sentir triste o incompetente de verme así, sólo te pido que estés conmigo, que trates de entenderme y ayudarme mientras llego al final de mi vida con amor...
Y con gran cariño por el regalo de tiempo y vida, que tuvimos la dicha de compartir juntas, te lo agradeceré...
Con una enorme sonrisa y con el inmenso amor que siempre te he tenido, sólo quiero decirte que te amo, mi querida hija...

Tu mamá"

Es una carta muy emotiva y con la que estoy de acuerdo al 100%.

Por los comentarios que he podido leer a cerca de ella a todo el mundo le parece preciosa y justa, lo que hace que no pueda evitar preguntarme el por qué es tan lógico que los hijos tengan que tratar con cariño y respeto a sus padres y en cambio l
os padres pueden gritar, insultar, dar un azote a un niño y mucha gente ni se inmutará porque socialmente está aceptado.

Y para ejemplo algo que me ha sucedido esta tarde:

Dando un paseo con bichito, pasamos al lado de una terracita ( llenas todo el año desde que prohibieron fumar dentro) donde había un grupito de madres con sus hijos de entre 3 y 5 años, como es de esperar los niños juegan alrededor de la mesa y por la calle.
Uno de ellos ( el más pequeño de unos 3 años como mucho) sale corriendo y su madre sin mover el culo de la silla le grita que vuelva que como se levante se iba a enterar, el niño se para, mira a su madre esperando que fuera a por él, al final ella se levanta y se dirige hacia su hijo, el niño al ver que se acerca su madre se da la vuelta y corre riendo ( está claro que para él es un juego), la madre lo alcanza, tirón de brazo, azote en el culo y lo lleva a rastras mientras el pobre niño llora desconsolado y probablemente sin entender nada de lo sucedido...
Y quien sabe, quizás en un futuro esa madre escriba una carta como la anterior...

Lo más triste es que es algo que no nos sorprende por lo habitual que es, ¿cuándo llegará el día en que se verá como algo reprochable y sin justificación alguna?
Y me pregunto, ¿ Si todo el mundo coincide en que los niños hacen lo que ven, no sería más fácil enseñar respeto respetando?

Isasaweis y el sueño de su bebé

Acabo de ver el vídeo de Isasaweis sobre el sueño de su bebé y no he podido resistirme a escribir algo sobre lo que he sentido al verlo.

Lo puedo resumir en un palabra, decepción, no es que siga mucho a esta chica, principalmente veo sus vídeos de recetas, pero siempre me ha parecido una chica muy dulce y no me esperaba un vídeo así, lo que cuenta es su experiencia, lo sé y está claro que cada familia es un mundo y cada circunstancia es diferente, que cada uno hace lo que cree que es mejor para su familia, pero creo que aquellos que pueden llegar a más gente deben informarse mejor a la hora de hacer ciertas afirmaciones, ya que con sus palabras si pueden cambiar algunas cosas y es una pena que, entre ortras cosas, aumenten la gran extendida creencia de que los bebés tienen que dormir de un tirón a partir de los 6 meses ( el sueño es un proceso evolutivo y no hace falta enseñarles a dormir), que sólo lloran por hambre, sueño, frío, calor y no por desamparo, miedo, necesidad del contacto físico, necesidad de succión ( bueno esto si está reconocido si el objeto a succionar es el chupete), o hambre/sed ( algo que de día si está permitido, ¿ pero de noche no?).

No intentemos justificarnos, porque lo que se desprende de alguno de sus argumentos es eso justificación y necesidad de racionalizarlo (aunque sea de manera inconsciente probablemente) o al menos esa es la sensación que me ha dado, una sensación que tengo muy a menudo cuando oigo a hablar a mamás de estos temas y es que cuando haces cosas que van en contra de tu instinto es necesario justificarlo de alguna manera y esto lo sé bien porque me ha pasado.

Con todo esto simplemente quiero decir que debemos de ser conscientes que donde más a gusto va a estar un bebé ( o la mayoría ) es con sus padres y que aunque son capaces de acostumbrarse a dormir solos y a no reclamar la presencia de sus padres por las noches seguramente preferirían ser cobijados en brazos de sus padres durante sus despertares y sentir que están protegidos en todo momento.

Imagino que este post no lo lea Isasaweis, pero por si lo hace, me gustaría recomendarle un par de referencias Rosa Jové y Laura Gutman, hay muchos más pero para empezar no estaría mal.




La lactancia

Algo que tenía muy claro antes de tener a mi bebé es que quería darle el pecho, tuve la suerte de tener una matrona prolactancia a la que le costó establecer la de su hijo y que nos contaba que si se quería en la mayor parte de los casos era posible.

Busqué algo de información pero tampoco en exceso, simplemente quería saber como iba el tema pero en el fondo pensé que tampoco podía ser tan difícil, vamos que la teoría la tenía bastante clara, otra cosa sería la práctica...

Antes de tener a mi hijo no entendía muy bien el afán que podía percibir de ciertos grupos por difundir la lactancia, sí, sabía que era lo mejor para el bebé pero imagino que el fondo tenía muy arraigada la creencia de que con biberón se crían igual así que, por aquel entonces las "locas de la teta" me parecían unas exageradas y muy radicales, lo que nadie me dijo es que unos meses más tarde yo sería una más de esas locas.

Ahora entiendo el afán de esas mujeres por promover la lactancia y no me voy a basar en la cantidad de beneficios que tiene, que los tiene tanto para el bebé como para la madre, sino en la experiencia en sí, algo que toda madre debería poder disfrutar, es un sentimiento que una vez lo has experimentado necesitas dar a conocer y deseas que las demás también lo disfruten, yo lo describiría como algo casi mágico cuando logras dejarte llevar por el momento sin importarte nada más que tu bebé y tú en ese momento, pero claro a veces los inicios no son fáciles, la sociedad no ayuda y no se vive así.

Durante estos casi dos años hemos pasado de todo un poquito, el inicio fue complicado y se pasaba todo el día enganchado lo que provocaba las ya famosas reacciones de mucha gente "tienes que darle una ayuda", "tienes poca leche", "se queda con hambre", en fin las ( por desgracia) normales..., pero yo sabía que lo más probable era conseguir establecer la lactancia así que debía intentarlo y para ello si las cosas no iban bien era necesario informase así que busqué información, entre la cual di con un libro que seguro que muchos conocéis "Un regalo para toda la vida" de Carlos Gónzalez, leerlo me ayudó mucho, tanto a entender todo lo que estaba pasando como a motivarme más y no tirar la toalla.

Así que mi meta inicial que era darle pecho hasta que empezara a trabajar, pasó a ser hasta los 6 meses, hasta el año, los 2 años y ahora que nos acercamos a los 2 años no tengo pensamiento de dejarlo de momento y él creo que tampoco, ahora mismo uno de los mejores momentos del día es que cuando él me busca y me pide teta con su carita de ilusión, de complicidad y feliz, esos ojitos que pone cuando se engancha y la sensación de paz que me transmite... no creo que pueda haber nada comparable.

Fases

Como ya he contado mi forma de pensar ha cambiado mucho desde que nació mi bichito, es curioso ver como han ido transformándose cada uno de mis pensamientos, algunos podríamos decir que han pasado del blanco al negro, otros se han quedado en el gris y otros persisten.

Durante este tiempo he pasado por diferentes fases y he aprendido algo muy valioso, que normalmente sabemos pero igual no ponemos en práctica, nunca hay que hablar sin saber o al menos ser muy prudente al opinar porque como vulgarmente se suele decir te puede caer la mierda encima, eso es precisamente lo que me ha pasado a mi.

Ahora me oigo a mi misma opinando y diciendo algunas lindezas que ya me las podría haber ahorrado, de hecho tengo un conocido al que hace mucho que no tropiezo ( antes del embarazo) y al que estoy deseando ver para pedirle disculpas, contarle que todo aquello sobre la forma de criar a su retoño que yo cuestionaba es lo que estoy haciendo ahora y darle las gracias por la infinita paciencia que tuvo conmigo en su día y no mandarme a paseo, aunque ahora puedo entender porque no lo hizo y la razón son las citadas fases, o eso creo.

1ª Fase:
Tienes a tu bebé y te descubres actuando de manera contraria a tus pensamientos.

2ª Fase:
Empiezas a entender todos esos cambios y buscas información para respaldarlos.

3ª Fase:
Sientes la necesidad de compartir todos tus descubrimientos pero aún no eres capaz de hacerlo sin que te afecten otros comentarios contrarios a tu nuevo pensamiento.

4ª Fase:
Estás completamente segura de lo que haces por lo que ya eres capaz de escuchar opiniones contrarias a la tuya sin saltar a la yugular.

5ªFase:
Hablas de tu forma de ver la crianza abiertamente sin necesidad de autojustificarte.

Esta última es la fase en la que estaba este conocido, así que poco le importaba lo que yo le pudiera decir y muy bien que hacía, por cierto.

¿Qué fases habéis pasado vosotros?


Gracias bichito

Quería dedicar esta entrada a mi bichito, el ser más maravilloso del mundo y del que tanto estoy aprendiendo, él es un niño alegre, divertido y exigente, tiene las ideas muy claras y sabe como expresarlas. Tengo que decir que su forma de ser me ha ayudado a abrir los ojos y a ver la maternidad de una manera totalmente distinta a como me la había planteado, quizás si fuera un niño más conformista ahora todo sería diferente, no lo sé, pero si sé que el hecho de que no tolerara separarse de mi y tener que aguantar el goteo constante de opiniones ajenas ante esa situación hicieron que me replanteara muchas cosas, porque no podía ser que si los dos necesitábamos estar juntos y lo disfrutábamos estuviéramos tan equivocados como algunos se empeñaban en hacerme creer.

En mi caso pasé de creer que los bebés son capaces de tomarnos el pelo a saber que simplemente intentan comunicarse con nosotros como saben y pueden y que harán todo lo posible para mantener cerca a las personas más importantes en su vida, sus padres.

Cuando te das cuenta de esto empiezas a ver a tu hijo de otra manera, te pones en su lugar, intentas comprender cada sollozo y ver más allá, disfrutas más de él puesto que deja de ser un "enemigo" y dejas de luchar contra él.

La sensación que tengo ahora al ver a otras madres que han elegido otro camino es que las veo más agobiadas, más tensas, a la defensiva, inmersas en una lucha por tener al niño más travieso, cabezota y llorón en vez de al niño más inquieto, intrépido y expresivo, con esto no quiero decir que todo sea un camino de rosas y que viva en el país de la piruleta, pero creo que se disfruta más de cada instante que estás con tu hijo si no luchas con él, si simplemente le acompañas, respetas e intentas no pedirle más de lo que por su edad puede dar, si te quedas con los momentos buenos e intentas mejorar los malos, al fin y al cabo tanto él como yo somos nuevos en esto y ambos debemos aprender a ceder, priorizar... en definitiva a convivir.

Pasado y presente, es hora de replantearse muchas cosas

Un hijo es la mejor manera de redescubrise y conocerse a uno mismo, en él poco a poco te vas viendo reflejado y si te paras a observar descubres un montón de cosas sobre ti mismo y te das cuenta de muchas conductas que ni sabías que tenías.

Si vas más allá también te empiezas a cuestionar tu infancia, tus valores y tu educación, en todo este proceso creo que pueden pasar dos cosas:
1) que no quieras abrir los ojos y repitas patrones
2) que empieces a desmitificar todo aquello en lo que creías y decidas cambiar patrones.
Estos dos supuestos imagino que sólo le pasen a personas que en su infancia hayan sido tratadas de manera poco respetuosa.

En mi caso siempre fui una niña tranquila y "buena", pero aun así recibí muchos azotes y me criaron de forma autoritaria " porqué lo digo yo y punto" , en el cole si alguno de mis compañeros decía que jamás le habían pegado yo simplemente no me lo creía, no era posible, a todos los niños les pegan pensaba yo, así que prefería creer que mentían a que podía hacerse de otra forma y con ese pensamiento seguí.

El tiempo pasa rápido, te haces mayor y decides formar tu familia, por supuesto antes de tener a tu primer hijo tienes una idea bastante clara de como lo vas a criar. Si te consideras una persona buena y educada lo lógico es que pienses que al fin y al cabo tus padres no lo hicieron tan mal y que veas justificadas ciertas formas de criar así que a priori decides seguir más o menos el mismo patrón que recibiste. Llega el día que tienes a tu hijo en brazos y de repente todo deja de ser tan claro, la situación no es como la esperabas y dentro de ti empiezan a surgir dudas, cuestiones, resentimientos...llegado este punto si escuchas a tu corazón y tu a instinto es cuando tu pasado empieza a resurgir y empiezas a cuestionarte todo aquello que jamás te atreviste a cuestionar porque ello significa darse de cuenta que tus padres lo podrían haber hecho mucho mejor y que realmente su forma de criarte si te ha marcado y mucho.

Así que de repente te ves envuelto en caos emocional, con un montón de preguntas y sin respuestas que te convenzan, si en su momento no entendías algunos actos de tus padres ahora todavía menos, un montón de sentimientos enfrentados surgen en tu interior. Todo esto te remueve por dentro y es algo de lo que tampoco te habían prevenido, siempre te habían dicho que cuando tuvieras hijos entenderías a tus padres y de repente todavía los entiendes menos que antes, sí, entiendes lo que pueden sentir los padres por los hijos pero precisamente por eso no entiendes por qué te trataron de aquella manera.



Mi primer post

Bueno yo soy así de simple, imaginación a la hora de escribir tengo poca, soy la típica que en las felicitaciones pongo un triste: "felicidades!!!" porque no se me ocurre nunca nada medianamente ingenioso que decir, así que para empezar este blog tampoco se me ha ocurrido otro título mejor, espero ir mejorando con el tiempo.

Mmmm, mejor explico un poco el por qué de este blog y de que va. Bueno que va sobre la maternidad creo que se deduce bien y el por qué surge de la necesidad de expresar lo que siento, lo que he descubierto y contar algunas cosas que nadie me dijo antes de ser madre.

Cuando te planteas la maternidad todo el mundo te advierte de que tu vida va cambiar y mucha de esa gente hace incapié en tu vida social sobretodo, lo que a mi no me dijeron es que mi vida no iba a volver a ser la misma porque ahora parte de ella es independiente de mi ser, por ahora sólo corretea a mi alrededor pero cada vez se irá alejando más y yo jamás volveré a sentir esa tranquilidad que se siente cuando uno es el dueño de su vida y sabe en todo momento lo que está sucediendo, no, ahora hay una parte de mi que es libre.