Manuales para padres

Vivimos en la era de la información, pero asombrosamente estamos muy desinformados, aunque en parte puedo llegar a entenderlo, porque muchas veces nos cuesta cambiar nuestro pensamiento y porque buscando información puedes encontrar para todos los gustos.

Esta tarde hemos ido a mirar unos libros que yo quería, entre ellos el de "¿Cómo hablar para que sus hijos escuchen y cómo escuchar para que sus hijos hablen?", buscando en la sección de padres no lo encontrábamos así que al final mi marido preguntó a la dependienta, le dijo el título y el primer comentario de otra dependienta que estaba al lado fue que nuestro hijo aún era muy pequeño para hablar con él ( 2 años), a lo que mi marido no hizo ni caso, vino una chica donde yo estaba mirando y se puso a buscarlo, mientras la otra dependienta le comenta a otro compañero que ahora los padres necesitan manuales para educar a sus hijos, yo no lo he oído pero me hubiese gustado oírlo y atreverme a decirle un par de cosas.

Me gustaría haberle dicho que antes de hablar sobre un libro que se lo leyera, así podría ver que aun siendo pequeño entiende mucho y que ojalá todos los padres empezasen a hablar con sus hijos antes de que estos dominasen por completo el lenguaje y por otra parte me encantaría haberle preguntado como resolvería muchas de las situaciones del día a día con un niño.

En lo que respecta a la crianza respetuosa creo que ha pasado un poco lo mismo que con la lactancia, ha dejado de ser algo natural y aprendido desde la infancia, habrá quien sí haya crecido en un entorno respetuoso pero en esta sociedad está mucho más arraigada otro tipo de crianza y por ello es necesario informarse y leer mucho sobre el tema, porque por mucho que te quieras dejar llevar por tu instinto este está mermado en muchos casos por una educación completamente contraria a él y para romper con eso no basta con dejarse llevar, porque no hemos aprendido a manejar muchas de las situaciones que se nos presentan en el día a día de una manera diferente a la que nos inculcaron, de ahí la cantidad de "manuales" para padres, padres que quieren cambiar la forma en que ellos fueron educados y tratados.

Por cierto, os recomiendo el libro, yo me leí la versión en pdf y ahora me gustaría tenerlo en papel que más de una vez le echo un vistazo, y eso que mi hijo casi no habla ;-)

Cuando no quieren dar de mamar

Hoy he tenido la oportunidad de hablar con una futura mamá que dice que no quiere dar el pecho, he conocido a más pero nunca había preguntado el porqué, creo que me quedaba tan sorprendida que no me salían las preguntas o igual era por el miedo a molestar.


Conocí un caso en el que a la madre le daba repelús sólo pensarlo porque según ella no soportaría que le chupasen los pezones...
En este caso creo que es un motivo más social unido a inseguridades personales, pero eso ya es aventurarse mucho, así que me quedaré en el aspecto de lo social.
Para esta chica el ver a un bebé mamando le produce rechazo, no lo ve como algo tierno y bonito, estoy convencida que hay muchas más mujeres como ella, que se han criado rodeadas de biberones y que una vez adultas lo ven como algo raro y ya sabemos que lo raro muchas veces crea rechazo. También hay mucha gente, aún, que sólo ve el pecho como un objeto de deseo y únicamente lo relaciona con el sexo, por lo que ver a un bebé prendido de él les puede llegar a parecer obsceno.

Que triste ver como la sociedad puede cambiar la visión de algo, como puede matar todos los instintos y hacer de algo necesario y humano, algo sucio y animal.

Siento pena por esos bebés que jamás tendrán la oportunidad de probar el pecho de su madre ni podrán sentir esa unión al nacer, y pena por esas madres que a mi juicio parten de una idea muy equivocada, entiendo que cada uno hace lo que cree conveniente, pero negarse de primeras sin tan sólo intentarlo, sin poder opinar con conocimiento de causa, eso no puedo entenderlo.

Esperemos que esto vaya cambiando y que amamantar vuelva a ser lo lógico, lo normal, lo habitual.



¿Y tú, con que ojos miras el mundo?

Que diferente se viven las cosas según los ojos con que mires el mundo, una misma acción, una misma persona puede ser tan distinta según se mire...

Los niños ven el mundo desde la inocencia, el asombro, la curiosidad, por ello no entienden muchas de nuestras acciones y es que según vamos creciendo adquirimos una nueva mirada.

Hay quien olvida por completo aquello que sentía cuando era pequeño, otros recuerdan con nostalgia aquella sensación de felicidad y algunos intentamos tener presente aquella mirada de nuestra infancia a la hora de tratar con niños para poder entender sus reacciones, sus pensamientos y no verlos desde una mirada adulta, porque si hacemos eso es cuando vemos bebés aprovechados y niños tiranos, atribuimos conductas adultas y aprendidas a bebés instintivos y entramos en una lucha entre la razón y el corazón.

Desde el razonamiento adulto un bebé que simplemente llora sin motivo palpable ni aparente, lo hace para llamar nuestra atención, nada más lejos de la realidad, pero no por capricho sino por necesidad, una necesidad que nuestro corazón capta y de primeras nos empuja a consolar, pero que nuestra razón, contaminada por esta sociedad, en muchas ocasiones menosprecia.

Muchas veces me pregunto como sería el mundo si volviéramos a la mirada de nuestra infancia, si nos quitáramos todos los perjuicios, recuperásemos toda la inocencia, eliminásemos el rencor y fuéramos capaces de vivir el presente tal y como hicimos en su día.

¿No sería un mundo mucho mejor?


Abuelos

Siempre había oído decir que los padres educan y los abuelos malcrían, que los padres deben ser estrictos y los abuelos son más "blandos".
Yo no lo vivo así, de hecho creo que a ojos de la sociedad yo soy más blanda que los abuelos y eso que iba a ser una madre autoritaria ( ya os conté que a priori iba a seguir los pasos de mis padres).

Es común oír decir a un hijo ya adulto y padre que en su infancia sus padres no le dejaban hacer ni la mitad de lo que los ahora abuelos dejan hacer a sus nietos, me parece triste, pues creo que muchos padres en su momento se perdieron muchas cosas y ahora como abuelos intentan llenar esos vacíos resguardados por la permisividad de sus años ya que ante la sociedad ya hicieron su trabajo y ahora tienen derecho a disfrutar.

Casi siempre cuando comento ante gente mayor, ya abuelos, que tengo un niño pequeño, lo primero que me suelen decir es que lo disfrute que el tiempo pasa rápido y mi respuesta siempre es la misma, que lo estoy disfrutando todo lo que puedo y es que no me quiero arrepentir por no haber estado el suficiente tiempo con mi pequeño, de no haber jugado mucho con él , de no haberle abrazado y besado todo lo posible, de no haber escuchado sus ocurrencias, sus relatos, sus ideas y sus inquietudes, no, no quiero echar la vista atrás y darme cuenta de todo lo que me he perdido.
Sé que aun así me perderé muchas cosas pues tengo que ir a trabajar y esas horitas las tengo que pasar separada de mi bichito.

Algo que también me apena es ver que la maternidad en muchas ocasiones en vez de acercar a padres e hijos los aleja, sobretodo cuando el tipo de crianza es muy distinta y los abuelos no quieren cambiar sus ideas y adaptarse a lo que sus hijos desean.

La relación de los niños con los abuelos puede ser muy enriquecedora para ambos, por suerte en mi caso mi hijo puede disfrutar bastante de sus abuelos , en el caso de mis padres cada día les voy dejando claro como quiero que traten a mi pequeño y de momento van cediendo y también dándose cuenta de que las cosas se pueden hacer de otra manera y que hay ciertas cosas que jamás les permitiré.
En el caso de mi suegro (por desgracia mi hijo no tiene abuela paterna) es todo un pelín más complicado pero aún así disfruta también de él. Cosa de la que me alegro mucho ya que yo poco puede disfrutar de mis abuelos y siempre quise que mis hijos lo pudieran hacer.

Sólo espero que podamos seguir manteniendo este equilibrio que temo que a medida que bichito crezca se irá tambaleando.

A las futuras mamás

Recuerdo durante el embarazo buceando por la red llegar a un post de un foro de maternidad que se titulaba algo así como: "¿Qué consejo le darías a las mamás primerizas? "

Se podían entrever dos tipos de pensamientos muy diferenciados entre las respuestas, las que describían la maternidad como algo maravilloso cuyo consejo principal era disfrutar a tope e intensamente cada momento y las que lo vivían de una manera mucho más racional y nombraban más bien la parte negativa.

Lo que yo pensaba en ese momento es que las del primer grupo tenían razón pero que igual idealizaban mucho la maternidad, ya que todo lo que decían era maravilloso, incluso los malos momentos los veían casi como un regalo del que poder aprender, en cambio el otro grupo me parecía más realista intentando prevenir a las ilusas futuras mamás.

Aquellas que hablaban tan idílicamente de la maternidad, de sus bebés, de lo felices que eran provocaban algo muy curioso en el otro grupo y era como un ataque, como si aquellas madres que sentían aquello se lo estuvieran inventando e intentando decir a las demás que no eran buenas madres, por entonces yo también pensé que lo flipaban un poco, la verdad, pero bueno como aun no había tenido a mi niño pues no entré a debatir.

Es curioso pero muchas veces cuando se debate sobre maternidad suelen aparecer las expresiones "mala madre" seguido de "madres perfectas", imagino que porque muchas madres hacen cosas en contra de sus sentimientos (convencidas que es lo mejor para sus hijos) y al oír que se pueden hacer de otra manera acorde con los sentimientos de cada uno se sienten mal y necesitan justificarse y una de las formas es atacando a aquel que le hace sentir así.
No voy a decir que no existen las malas madres, porque aunque pocas si las hay, tampoco voy a decir que existen las madres perfectas porque la perfección es irreal y subjetiva pero si que hay muy buenas madres que se esfuerzan por mejorar cada día y que cada madre siempre hará lo que crea que es mejor para su hijo, el ser más importante de su vida.

Mi hijo es un niño más bien inquieto, poco dormilón y de ideas muy claras, por lo que los inicios no han sido nada fáciles, meses durmiendo un máximo de 2 horas seguidas, llantos explosivos, necesidad de contacto las 24 horas, miles de opiniones a cerca de mi manera de tratarlo y de malos augurios, así que tengo una ligera idea de lo que son los malos momentos, pero como ya comenté en otro post podríamos decir que doy gracias por ello porque me ha hecho cambiar, dejarme llevar y poder disfrutar plenamente de mi maternidad.
Así q si a día de hoy me preguntan que consejo daría a las futuras mamás mi respuesta sería que la maternidad es algo maravilloso y que los buenos momentos superan con creces a los malos, que hay que dejarse llevar, disfrutar cada momento, tener paciencia y aprender de los momentos menos buenos y sobretodo les diría que hay 3 cosas que de las que no tengan miedo de abusar:
el cariño, el amor y el respeto.