Pasado y presente, es hora de replantearse muchas cosas

Un hijo es la mejor manera de redescubrise y conocerse a uno mismo, en él poco a poco te vas viendo reflejado y si te paras a observar descubres un montón de cosas sobre ti mismo y te das cuenta de muchas conductas que ni sabías que tenías.

Si vas más allá también te empiezas a cuestionar tu infancia, tus valores y tu educación, en todo este proceso creo que pueden pasar dos cosas:
1) que no quieras abrir los ojos y repitas patrones
2) que empieces a desmitificar todo aquello en lo que creías y decidas cambiar patrones.
Estos dos supuestos imagino que sólo le pasen a personas que en su infancia hayan sido tratadas de manera poco respetuosa.

En mi caso siempre fui una niña tranquila y "buena", pero aun así recibí muchos azotes y me criaron de forma autoritaria " porqué lo digo yo y punto" , en el cole si alguno de mis compañeros decía que jamás le habían pegado yo simplemente no me lo creía, no era posible, a todos los niños les pegan pensaba yo, así que prefería creer que mentían a que podía hacerse de otra forma y con ese pensamiento seguí.

El tiempo pasa rápido, te haces mayor y decides formar tu familia, por supuesto antes de tener a tu primer hijo tienes una idea bastante clara de como lo vas a criar. Si te consideras una persona buena y educada lo lógico es que pienses que al fin y al cabo tus padres no lo hicieron tan mal y que veas justificadas ciertas formas de criar así que a priori decides seguir más o menos el mismo patrón que recibiste. Llega el día que tienes a tu hijo en brazos y de repente todo deja de ser tan claro, la situación no es como la esperabas y dentro de ti empiezan a surgir dudas, cuestiones, resentimientos...llegado este punto si escuchas a tu corazón y tu a instinto es cuando tu pasado empieza a resurgir y empiezas a cuestionarte todo aquello que jamás te atreviste a cuestionar porque ello significa darse de cuenta que tus padres lo podrían haber hecho mucho mejor y que realmente su forma de criarte si te ha marcado y mucho.

Así que de repente te ves envuelto en caos emocional, con un montón de preguntas y sin respuestas que te convenzan, si en su momento no entendías algunos actos de tus padres ahora todavía menos, un montón de sentimientos enfrentados surgen en tu interior. Todo esto te remueve por dentro y es algo de lo que tampoco te habían prevenido, siempre te habían dicho que cuando tuvieras hijos entenderías a tus padres y de repente todavía los entiendes menos que antes, sí, entiendes lo que pueden sentir los padres por los hijos pero precisamente por eso no entiendes por qué te trataron de aquella manera.



2 comentarios:

  1. Tiene que ser muy duro encontrarse de pronto con semejante revolución, especialmente para quienes tenían una imagen idealizada de sus padres... creo que entre estos últimos se da más la primera opción de repetir patrones. Yo diría que hay un tercer grupo: los que intentan obrar de otro modo sin desautorizar a los padres, y por lo tanto repitiendo sin darse cuenta alguno de sus patrones. Mi marido está en ese grupo, y a veces es complicado porque hay que hacerle ver esos errores y al faltar la crítica a sus padres es más difícil... un rollo.
    Mi caso es más bien como el tuyo, aunque los azotes eran algo más puntual, pero el "mala" "burra" e incluso "gorda" eran como el aire, hasta el punto de que cuando mi hermana pequeña entró en la adolescencia me mantuve alejada de ella para no ser una mala influencia, evité hacer todo eso que las mayores hacen con las pequeñas: llevarla contigo en sus primeras salidas, invitarla a viajar contigo, compartir confidencias... Creo que eso es lo que más recrimino a mis padres, el no haber sido justos, pues siempre fui muy responsable, y con su actitud tiránica y su falta de empatía me hicieron sentir lo contrario. Eso sí, yo al tener una hermana pequeña tuve claro desde muy pronto que aquellas no eran las formas, y desde muy pronto peleé para que con ella fueran otras. Creo que algo conseguí, tampoco mucho pero el que mi madre ya trabajara hizo que pasara la mayor parte del tiempo a mi cargo, y eso ya fue una ventaja para ella.
    Fíjate qué pedazo de reflexión me has generado, esto no lo había verbalizado nunca, ni siquiera en mi blog... Gracias guapa :D Sigue así, me gusta el camino que lleva tu blog.

    ResponderEliminar
  2. Orquidea dichosa, es duro aceptar algunas realidades pero cuando lo asimilas te quitas un gran peso de encima y te liberas y a partir de ahí todo es más fácil.
    Me alegro que te haya servido para reflexionar y poner palabras a tus sentimientos.
    Gracias por leerme y escribir. Besos.

    ResponderEliminar

Me encantará leer vuestros comentarios, gracias!