Cuando el deseo maternal vuelve a llamar a tu puerta
Cuando al ir por la calle empiezas a ver más embarazadas y bebés de corta edad de lo habitual suele ser síntoma del deseo de la maternidad (bueno también puede ser un baby boom pero con la que está cayendo me inclino más por la primera opción), es como cuando en la adolescencia te gustaba algún chico y de repente su nombre salía por todas partes, nombres de calles, en la tele, amigos con su mismo nombre...pues a mi con el deseo de la maternidad me pasa lo mismo.
Últimamente veo muchas embarazadas a mi alrededor y al enterarme de un nuevo embarazo, ya sea de alguien conocido o no, me entra una sensación de vacío, podríamos llamarlo envidia y probablemente no nos equivocaríamos, pero en realidad es algo más profundo, me recuerdan las ganas que tengo de volver a albergar una nueva vida en mi interior, de volver a sentir como mi barriga va dando cobijo a un nuevo ser, no es un sentimiento nuevo para mi pues ya lo sentí en su día antes de tener a mi pequeño, es el deseo de ser madre sólo que ahora por segunda vez.
Cada día que pasa mi mente se centra más en un único tema, mi deseo aumenta, mi mente no deja de imaginar como sería el momento de hacerme el test y de contarlo, no puedo dejar de soñar con volver a tener un bebé en mis brazos.
Pero esta vez es todo diferente, esta vez sé a lo que me enfrento, sé lo que es tener un hijo y todo lo que ello conlleva, no puedo negar que en los momentos difíciles me de un poco vértigo el pensar en tener otro bebé, pero lo que siento es algo irracional e incontrolable.
Muchas veces pienso si será el momento adecuado, estamos en una época difícil y aunque nuestra situación de momento no es mala, a veces el ambiente general de pesimismo me hace llegar a dudar, el país va mal ( fatal ) y no sabemos como acabará todo esto ni lo que nos puede llegar a afectar.
Para mi el embarazo fue una época maravillosa, tuve un buen embarazo y pude disfrutar de él, me sentía bien, siempre acompañada, me encantaba sentir vida en mi interior, ver como iba evolucionando desde los primeros síntomas, notar por primera vez a mi bebé, escuchar su latido en las revisiones, ver como iba creciendo mi barriga y como iba cambiando mi cuerpo, presenciar sus movimientos y poder compartirlos con mi pareja, fue una etapa de plenitud y muy feliz.
Deseo volver a sentir todo aquello y esta vez poder compartirlo también con mi pequeño, que él también pueda presenciar como se forma una nueva vida, que pueda acariciar y besar mi tripa, que note los movimientos de su futuro herman@.
Muchas veces pienso si será el momento adecuado, estamos en una época difícil y aunque nuestra situación de momento no es mala, a veces el ambiente general de pesimismo me hace llegar a dudar, el país va mal ( fatal ) y no sabemos como acabará todo esto ni lo que nos puede llegar a afectar.
Para mi el embarazo fue una época maravillosa, tuve un buen embarazo y pude disfrutar de él, me sentía bien, siempre acompañada, me encantaba sentir vida en mi interior, ver como iba evolucionando desde los primeros síntomas, notar por primera vez a mi bebé, escuchar su latido en las revisiones, ver como iba creciendo mi barriga y como iba cambiando mi cuerpo, presenciar sus movimientos y poder compartirlos con mi pareja, fue una etapa de plenitud y muy feliz.
Deseo volver a sentir todo aquello y esta vez poder compartirlo también con mi pequeño, que él también pueda presenciar como se forma una nueva vida, que pueda acariciar y besar mi tripa, que note los movimientos de su futuro herman@.
Pero a la vez no logro evitar pensar en como lo vivirá mi bichito, como se sentirá, si aun es muy pronto para él, si seremos capaces de evitar que se sienta desplazado, si podremos seguir atendiéndole de la misma manera, pero también pienso en todo lo que va a poder compartir, aprender y disfrutar. Es un sentimiento contradictorio, un deseo que se mezcla con miedo e incertidumbre.
Imagino que al principio sea duro, será un gran cambio para todos, deberemos aprender de nuevo y adaptarnos a la nueva situación, pero en el fondo siento que merecerá la pena y que sólo entonces mi familia estará completa.
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