¿Respeto selectivo?

Hoy ha llegado a mi esta carta a través de una red social:

" **Carta de una madre a su hija**…
Mi querida hija, el día que me veas vieja, te pido por favor que tengas paciencia, pero sobre todo trata de entenderme mi querida hija...
Si cuando hablo contigo, repito lo mismo mil veces, no me interrumpas para decirme “eso ya me lo contaste”, solamente escúchame por favor...
Y recuerda los tiempos en que tú eras niña y yo te leía la misma historia, noche tras noche hasta que te quedabas dormida...
Cuando no me quiera bañar, no me regañes y por favor no trates de avergonzarme, solamente recuerda las veces que yo tuve que perseguirte con miles de excusas para que te bañaras cuando eras niña...
Cuando veas mi ignorancia ante la nueva tecnología, dame el tiempo necesario para aprender, y por favor no hagas esos ojos ni esas caras de desesperada...
Recuerda mi querida, que yo te enseñé a hacer muchas cosas como comer apropiadamente... vestirte y peinarte por ti misma y como confrontar y lidiar con la vida...
El día que notes que me estoy volviendo vieja, por favor mi querida hija, ten paciencia conmigo y sobre todo trata de entenderme...
Si ocasionalmente pierdo la memoria o el hilo de la conversación, dame el tiempo necesario para recordar... y si no puedo, no te pongas nerviosa, impaciente o arrogante... Solamente ten presente en tu corazón que lo más importante para mí es estar contigo y que me escuches...
Y cuando mis cansadas y viejas piernas, no me dejen caminar como antes, dame tu mano, de la misma manera que yo te las ofrecí cuando diste tus primero pasos...
Cuando estos días vengan, no te debes sentir triste o incompetente de verme así, sólo te pido que estés conmigo, que trates de entenderme y ayudarme mientras llego al final de mi vida con amor...
Y con gran cariño por el regalo de tiempo y vida, que tuvimos la dicha de compartir juntas, te lo agradeceré...
Con una enorme sonrisa y con el inmenso amor que siempre te he tenido, sólo quiero decirte que te amo, mi querida hija...

Tu mamá"

Es una carta muy emotiva y con la que estoy de acuerdo al 100%.

Por los comentarios que he podido leer a cerca de ella a todo el mundo le parece preciosa y justa, lo que hace que no pueda evitar preguntarme el por qué es tan lógico que los hijos tengan que tratar con cariño y respeto a sus padres y en cambio l
os padres pueden gritar, insultar, dar un azote a un niño y mucha gente ni se inmutará porque socialmente está aceptado.

Y para ejemplo algo que me ha sucedido esta tarde:

Dando un paseo con bichito, pasamos al lado de una terracita ( llenas todo el año desde que prohibieron fumar dentro) donde había un grupito de madres con sus hijos de entre 3 y 5 años, como es de esperar los niños juegan alrededor de la mesa y por la calle.
Uno de ellos ( el más pequeño de unos 3 años como mucho) sale corriendo y su madre sin mover el culo de la silla le grita que vuelva que como se levante se iba a enterar, el niño se para, mira a su madre esperando que fuera a por él, al final ella se levanta y se dirige hacia su hijo, el niño al ver que se acerca su madre se da la vuelta y corre riendo ( está claro que para él es un juego), la madre lo alcanza, tirón de brazo, azote en el culo y lo lleva a rastras mientras el pobre niño llora desconsolado y probablemente sin entender nada de lo sucedido...
Y quien sabe, quizás en un futuro esa madre escriba una carta como la anterior...

Lo más triste es que es algo que no nos sorprende por lo habitual que es, ¿cuándo llegará el día en que se verá como algo reprochable y sin justificación alguna?
Y me pregunto, ¿ Si todo el mundo coincide en que los niños hacen lo que ven, no sería más fácil enseñar respeto respetando?

Isasaweis y el sueño de su bebé

Acabo de ver el vídeo de Isasaweis sobre el sueño de su bebé y no he podido resistirme a escribir algo sobre lo que he sentido al verlo.

Lo puedo resumir en un palabra, decepción, no es que siga mucho a esta chica, principalmente veo sus vídeos de recetas, pero siempre me ha parecido una chica muy dulce y no me esperaba un vídeo así, lo que cuenta es su experiencia, lo sé y está claro que cada familia es un mundo y cada circunstancia es diferente, que cada uno hace lo que cree que es mejor para su familia, pero creo que aquellos que pueden llegar a más gente deben informarse mejor a la hora de hacer ciertas afirmaciones, ya que con sus palabras si pueden cambiar algunas cosas y es una pena que, entre ortras cosas, aumenten la gran extendida creencia de que los bebés tienen que dormir de un tirón a partir de los 6 meses ( el sueño es un proceso evolutivo y no hace falta enseñarles a dormir), que sólo lloran por hambre, sueño, frío, calor y no por desamparo, miedo, necesidad del contacto físico, necesidad de succión ( bueno esto si está reconocido si el objeto a succionar es el chupete), o hambre/sed ( algo que de día si está permitido, ¿ pero de noche no?).

No intentemos justificarnos, porque lo que se desprende de alguno de sus argumentos es eso justificación y necesidad de racionalizarlo (aunque sea de manera inconsciente probablemente) o al menos esa es la sensación que me ha dado, una sensación que tengo muy a menudo cuando oigo a hablar a mamás de estos temas y es que cuando haces cosas que van en contra de tu instinto es necesario justificarlo de alguna manera y esto lo sé bien porque me ha pasado.

Con todo esto simplemente quiero decir que debemos de ser conscientes que donde más a gusto va a estar un bebé ( o la mayoría ) es con sus padres y que aunque son capaces de acostumbrarse a dormir solos y a no reclamar la presencia de sus padres por las noches seguramente preferirían ser cobijados en brazos de sus padres durante sus despertares y sentir que están protegidos en todo momento.

Imagino que este post no lo lea Isasaweis, pero por si lo hace, me gustaría recomendarle un par de referencias Rosa Jové y Laura Gutman, hay muchos más pero para empezar no estaría mal.




La lactancia

Algo que tenía muy claro antes de tener a mi bebé es que quería darle el pecho, tuve la suerte de tener una matrona prolactancia a la que le costó establecer la de su hijo y que nos contaba que si se quería en la mayor parte de los casos era posible.

Busqué algo de información pero tampoco en exceso, simplemente quería saber como iba el tema pero en el fondo pensé que tampoco podía ser tan difícil, vamos que la teoría la tenía bastante clara, otra cosa sería la práctica...

Antes de tener a mi hijo no entendía muy bien el afán que podía percibir de ciertos grupos por difundir la lactancia, sí, sabía que era lo mejor para el bebé pero imagino que el fondo tenía muy arraigada la creencia de que con biberón se crían igual así que, por aquel entonces las "locas de la teta" me parecían unas exageradas y muy radicales, lo que nadie me dijo es que unos meses más tarde yo sería una más de esas locas.

Ahora entiendo el afán de esas mujeres por promover la lactancia y no me voy a basar en la cantidad de beneficios que tiene, que los tiene tanto para el bebé como para la madre, sino en la experiencia en sí, algo que toda madre debería poder disfrutar, es un sentimiento que una vez lo has experimentado necesitas dar a conocer y deseas que las demás también lo disfruten, yo lo describiría como algo casi mágico cuando logras dejarte llevar por el momento sin importarte nada más que tu bebé y tú en ese momento, pero claro a veces los inicios no son fáciles, la sociedad no ayuda y no se vive así.

Durante estos casi dos años hemos pasado de todo un poquito, el inicio fue complicado y se pasaba todo el día enganchado lo que provocaba las ya famosas reacciones de mucha gente "tienes que darle una ayuda", "tienes poca leche", "se queda con hambre", en fin las ( por desgracia) normales..., pero yo sabía que lo más probable era conseguir establecer la lactancia así que debía intentarlo y para ello si las cosas no iban bien era necesario informase así que busqué información, entre la cual di con un libro que seguro que muchos conocéis "Un regalo para toda la vida" de Carlos Gónzalez, leerlo me ayudó mucho, tanto a entender todo lo que estaba pasando como a motivarme más y no tirar la toalla.

Así que mi meta inicial que era darle pecho hasta que empezara a trabajar, pasó a ser hasta los 6 meses, hasta el año, los 2 años y ahora que nos acercamos a los 2 años no tengo pensamiento de dejarlo de momento y él creo que tampoco, ahora mismo uno de los mejores momentos del día es que cuando él me busca y me pide teta con su carita de ilusión, de complicidad y feliz, esos ojitos que pone cuando se engancha y la sensación de paz que me transmite... no creo que pueda haber nada comparable.

Fases

Como ya he contado mi forma de pensar ha cambiado mucho desde que nació mi bichito, es curioso ver como han ido transformándose cada uno de mis pensamientos, algunos podríamos decir que han pasado del blanco al negro, otros se han quedado en el gris y otros persisten.

Durante este tiempo he pasado por diferentes fases y he aprendido algo muy valioso, que normalmente sabemos pero igual no ponemos en práctica, nunca hay que hablar sin saber o al menos ser muy prudente al opinar porque como vulgarmente se suele decir te puede caer la mierda encima, eso es precisamente lo que me ha pasado a mi.

Ahora me oigo a mi misma opinando y diciendo algunas lindezas que ya me las podría haber ahorrado, de hecho tengo un conocido al que hace mucho que no tropiezo ( antes del embarazo) y al que estoy deseando ver para pedirle disculpas, contarle que todo aquello sobre la forma de criar a su retoño que yo cuestionaba es lo que estoy haciendo ahora y darle las gracias por la infinita paciencia que tuvo conmigo en su día y no mandarme a paseo, aunque ahora puedo entender porque no lo hizo y la razón son las citadas fases, o eso creo.

1ª Fase:
Tienes a tu bebé y te descubres actuando de manera contraria a tus pensamientos.

2ª Fase:
Empiezas a entender todos esos cambios y buscas información para respaldarlos.

3ª Fase:
Sientes la necesidad de compartir todos tus descubrimientos pero aún no eres capaz de hacerlo sin que te afecten otros comentarios contrarios a tu nuevo pensamiento.

4ª Fase:
Estás completamente segura de lo que haces por lo que ya eres capaz de escuchar opiniones contrarias a la tuya sin saltar a la yugular.

5ªFase:
Hablas de tu forma de ver la crianza abiertamente sin necesidad de autojustificarte.

Esta última es la fase en la que estaba este conocido, así que poco le importaba lo que yo le pudiera decir y muy bien que hacía, por cierto.

¿Qué fases habéis pasado vosotros?


Gracias bichito

Quería dedicar esta entrada a mi bichito, el ser más maravilloso del mundo y del que tanto estoy aprendiendo, él es un niño alegre, divertido y exigente, tiene las ideas muy claras y sabe como expresarlas. Tengo que decir que su forma de ser me ha ayudado a abrir los ojos y a ver la maternidad de una manera totalmente distinta a como me la había planteado, quizás si fuera un niño más conformista ahora todo sería diferente, no lo sé, pero si sé que el hecho de que no tolerara separarse de mi y tener que aguantar el goteo constante de opiniones ajenas ante esa situación hicieron que me replanteara muchas cosas, porque no podía ser que si los dos necesitábamos estar juntos y lo disfrutábamos estuviéramos tan equivocados como algunos se empeñaban en hacerme creer.

En mi caso pasé de creer que los bebés son capaces de tomarnos el pelo a saber que simplemente intentan comunicarse con nosotros como saben y pueden y que harán todo lo posible para mantener cerca a las personas más importantes en su vida, sus padres.

Cuando te das cuenta de esto empiezas a ver a tu hijo de otra manera, te pones en su lugar, intentas comprender cada sollozo y ver más allá, disfrutas más de él puesto que deja de ser un "enemigo" y dejas de luchar contra él.

La sensación que tengo ahora al ver a otras madres que han elegido otro camino es que las veo más agobiadas, más tensas, a la defensiva, inmersas en una lucha por tener al niño más travieso, cabezota y llorón en vez de al niño más inquieto, intrépido y expresivo, con esto no quiero decir que todo sea un camino de rosas y que viva en el país de la piruleta, pero creo que se disfruta más de cada instante que estás con tu hijo si no luchas con él, si simplemente le acompañas, respetas e intentas no pedirle más de lo que por su edad puede dar, si te quedas con los momentos buenos e intentas mejorar los malos, al fin y al cabo tanto él como yo somos nuevos en esto y ambos debemos aprender a ceder, priorizar... en definitiva a convivir.

Pasado y presente, es hora de replantearse muchas cosas

Un hijo es la mejor manera de redescubrise y conocerse a uno mismo, en él poco a poco te vas viendo reflejado y si te paras a observar descubres un montón de cosas sobre ti mismo y te das cuenta de muchas conductas que ni sabías que tenías.

Si vas más allá también te empiezas a cuestionar tu infancia, tus valores y tu educación, en todo este proceso creo que pueden pasar dos cosas:
1) que no quieras abrir los ojos y repitas patrones
2) que empieces a desmitificar todo aquello en lo que creías y decidas cambiar patrones.
Estos dos supuestos imagino que sólo le pasen a personas que en su infancia hayan sido tratadas de manera poco respetuosa.

En mi caso siempre fui una niña tranquila y "buena", pero aun así recibí muchos azotes y me criaron de forma autoritaria " porqué lo digo yo y punto" , en el cole si alguno de mis compañeros decía que jamás le habían pegado yo simplemente no me lo creía, no era posible, a todos los niños les pegan pensaba yo, así que prefería creer que mentían a que podía hacerse de otra forma y con ese pensamiento seguí.

El tiempo pasa rápido, te haces mayor y decides formar tu familia, por supuesto antes de tener a tu primer hijo tienes una idea bastante clara de como lo vas a criar. Si te consideras una persona buena y educada lo lógico es que pienses que al fin y al cabo tus padres no lo hicieron tan mal y que veas justificadas ciertas formas de criar así que a priori decides seguir más o menos el mismo patrón que recibiste. Llega el día que tienes a tu hijo en brazos y de repente todo deja de ser tan claro, la situación no es como la esperabas y dentro de ti empiezan a surgir dudas, cuestiones, resentimientos...llegado este punto si escuchas a tu corazón y tu a instinto es cuando tu pasado empieza a resurgir y empiezas a cuestionarte todo aquello que jamás te atreviste a cuestionar porque ello significa darse de cuenta que tus padres lo podrían haber hecho mucho mejor y que realmente su forma de criarte si te ha marcado y mucho.

Así que de repente te ves envuelto en caos emocional, con un montón de preguntas y sin respuestas que te convenzan, si en su momento no entendías algunos actos de tus padres ahora todavía menos, un montón de sentimientos enfrentados surgen en tu interior. Todo esto te remueve por dentro y es algo de lo que tampoco te habían prevenido, siempre te habían dicho que cuando tuvieras hijos entenderías a tus padres y de repente todavía los entiendes menos que antes, sí, entiendes lo que pueden sentir los padres por los hijos pero precisamente por eso no entiendes por qué te trataron de aquella manera.



Mi primer post

Bueno yo soy así de simple, imaginación a la hora de escribir tengo poca, soy la típica que en las felicitaciones pongo un triste: "felicidades!!!" porque no se me ocurre nunca nada medianamente ingenioso que decir, así que para empezar este blog tampoco se me ha ocurrido otro título mejor, espero ir mejorando con el tiempo.

Mmmm, mejor explico un poco el por qué de este blog y de que va. Bueno que va sobre la maternidad creo que se deduce bien y el por qué surge de la necesidad de expresar lo que siento, lo que he descubierto y contar algunas cosas que nadie me dijo antes de ser madre.

Cuando te planteas la maternidad todo el mundo te advierte de que tu vida va cambiar y mucha de esa gente hace incapié en tu vida social sobretodo, lo que a mi no me dijeron es que mi vida no iba a volver a ser la misma porque ahora parte de ella es independiente de mi ser, por ahora sólo corretea a mi alrededor pero cada vez se irá alejando más y yo jamás volveré a sentir esa tranquilidad que se siente cuando uno es el dueño de su vida y sabe en todo momento lo que está sucediendo, no, ahora hay una parte de mi que es libre.